ATISBOS

ESCANDALOSO.- Al concluir en el Vaticano la cumbre para la Protección del Menor en la Iglesia -21 al 24 de febrero-, el Papa Francisco dijo en su mensaje al mundo católico, entre otras cosas: si en la Iglesia se descubre un solo caso de abuso -que representa ya en sí mismo una monstruosidad-, ese caso será afrontado con la mayor seriedad; de hecho, en la justificada rabia de la gente, la Iglesia ve el reflejo de Dios, traicionado y abofeteado por estos consagrados deshonestos; el consagrado, elegido por Dios para guiar las almas a la salvación, se deja subyugar por su fragilidad humana, o por su enfermedad, convirtiéndose en instrumento de satanás; en los abusos, vemos la mano del mal que no perdona ni siquiera la inocencia de los niños; no hay explicaciones suficientes para estos abusos. ¿Cuál es, por tanto, el “significado” existencial de este fenómeno criminal? Teniendo en cuenta su amplitud y profundidad humana, hoy no puede ser otro que la manifestación del espíritu del mal; si no tenemos presente esta dimensión estaremos lejos de la verdad y sin verdaderas soluciones; la gravedad de la plaga de los abusos sexuales a menores es por desgracia un fenómeno históricamente difuso en todas las culturas y sociedades (que) solo de manera relativamente reciente ha sido objeto de estudios sistemáticos, (pero) lo único cierto es que millones de niños del mundo son víctimas de la explotación y de abusos sexuales; la primera verdad que emerge de los datos disponibles es que quien comete los abusos, o sea las violencias (físicas, sexuales o emotivas) son sobre todo los padres, los parientes, los maridos de las mujeres niñas, los entrenadores y los educadores; además, según datos de UNICEF de 2017 referidos a 28 países del mundo, 9 de cada 10 muchachas que han tenido relaciones sexuales forzadas, declaran haber sido víctimas de una persona conocida o cercana a la familia; los datos oficiales del gobierno de Estados Unidos revelan que más de 700.000 niños son víctimas cada año de violencia o maltrato; según el International Center For Missing and Exploited Children, uno de cada diez niños sufre abusos sexuales; en Europa, 18 millones de niños son víctimas de abusos sexuales; si nos fijamos por ejemplo en Italia, el informe del “Teléfono Azzurro” de 2016 evidencia que el 68,9% de los abusos sucede dentro del ámbito doméstico del menor; (el) teatro de la violencia no es solo el ambiente doméstico, también el barrio, la escuela, el deporte y, por desgracia, el eclesial;  debemos ser claros: la universalidad de esta plaga, a la vez que confirma su gravedad en nuestras sociedades, no disminuye su monstruosidad dentro de la Iglesia; la inhumanidad del fenómeno a escala mundial es todavía más grave y más escandalosa en la Iglesia, porque contrasta con su autoridad moral y su credibilidad ética.

RESPUESTA.- El primero de junio entró en vigor la norma o documento con rango de ley que el máximo líder del catolicismo mundial dictó el 9 de mayo para obligar a la iglesia a actuar con decisión y a denunciar ante las autoridades eclesiásticas y civiles los episodios de pederastia que se conozcan, aunque se mantiene el secreto de confesión. Los arzobispos investigarán por mandato del Papa a los prelados denunciados, a quienes se podrá juzgar también por encubrimiento.

JUSTICIA.- En 2013 el sacerdote Gerardo Silvestre Hernández recibió en Oaxaca una sentencia de 16 años por el delito de corrupción de menores en la modalidad de inducción a actos sexuales y exposición de filmes pornográficos, tras comprobarse abusó de varios menores. Este es el primer caso en que la justicia mexicana dicta sentencia contra un sacerdote católico pederasta. Ante el manto de protección y fuero religioso que históricamente ha gozado el clero mexicano, la aplicación de la ley fue un hecho importante.

ACUSADO.- Ante la detención en Estados Unidos (el martes) de Naasón Joaquín García, líder de la iglesia Luz del Mundo, acusado de presuntos delitos de tráfico humano, producción de pornografía infantil y abuso sexual, el vocero de esa feligresía Silem García confía en que será absuelto. El seguirá siendo líder de la Luz del Mundo, pero si se demuestra que cometió algún ilícito, tendrá que responder ante la autoridad. No se va a solapar a nadie. Es mentira, dijo, que los hechos hayan ocurrido dentro de las sedes de esta comunidad religiosa.