El secretario General de la ONU, António Guterres, ha expresado su preocupación por la situación en la que se encuentra el planeta, tanto desde el punto de vista del clima como desde el político.
“Estamos presenciando no solo un récord del calentamiento global, también las tensiones políticas mundiales se están calentando”, dijo António Guterres, añadió que “ambos son peligrosos y ambos se pueden evitar”.
Con respecto al cambio climático, aseguró que todos hemos vivido olas de calor durante el verano. Sin embargo, precisó que “pero este no es el verano de nuestra juventud. Este no es el verano de nuestros abuelos”.
A continuación, Guterres expuso algunas de las pruebas científicas que ilustraban su afirmación. Por ejemplo, que la Organización Meteorológica Mundial ha declarado que el mes de julio de este año “ha igualado, si no sobrepasado, el mes de julio más caluroso de la historia desde que se tienen registros”.
Esto después del junio más caluroso registrado hasta ahora, en un año que, además, no está marcado especialmente por el fenómeno de El Niño, como fue 2016, y en el contexto del periodo de cinco años más cálido de la historia, agregó.
“Si no tomamos medidas ahora, estos eventos extremos son solo la punta del iceberg. Y ese iceberg también se está derritiendo rápidamente”, sentenció.
El Secretario General habló entonces de la necesidad de mantener el calentamiento global en los 1,5º centígrados, un umbral que limitaría de manera importante los daños del cambio climático y para el que es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45% para 2030 y lograr la llamada neutralidad en materia de emisiones de carbono en 2050.
“Prevenir la disrupción del cambio climático es la carrera de nuestras vidas y para nuestras vidas”, dijo antes de recordar que, con ese objetivo, ha convocado la Cumbre sobre la Acción Climática, que tendrá lugar en Nueva York el 23 de septiembre, y estará precedida por la Cumbre de la Juventud por el Clima, en la que espera dar la bienvenida a activistas como Greta Thunberg y muchos otros.
Reiteró, como ha venido haciendo en los últimos meses, la necesidad de que los líderes mundiales no vengan a pronunciar discursos maravillosos sino con planes y compromisos concretos.
Después, indicó que no todo son malas noticias en la lucha contra el cambio climático para comentar que muchos países, desde Chile hasta Finlandia y desde el Reino Unido hasta las Islas Marshall, tienen planes concretos y creíbles para lograr la neutralidad de las emisiones de carbono a mediados de siglo, mientras los gestores de activos que representan alrededor de la mitad del capital existente en el mundo, unos 34 mil millones de dólares, están exigiendo que se actúe en materia climática, pidiendo a los líderes del mundo que abandonen los subsidios a los fósiles basados en el carbón.
Calentamiento político en tres frentes
Del calentamiento climático, el Secretario General se dirigió al político al comentar las tensiones mundiales en tres frentes.
El primero, el del Estrecho de Ormuz, donde advirtió que “el más mínimo error, puede llevar a una gran confrontación”.
“Insisto en la necesidad de respetar los derechos y deberes relacionados con la navegación por el Estrecho de Ormuz y sus aguas adyacentes de conformidad con el derecho internacional”, afirmó.
El titular de la ONU anunció haber enviado un mensaje a los líderes políticos implicados que se puede resumir en dos palabras: máxima moderación, porque “lo último que el mundo necesita es una gran confrontación en el Golfo Pérsico, que tendría efectos devastadores tanto en la seguridad como en la economía mundial”.
El segundo frente es el comercial, referido a las tensiones entre los Estados Unidos y China, aunque sin mencionarlos.
“Me preocupan las crecientes fricciones entre las dos economías más grandes del mundo. Necesitamos aprender las lecciones de la Guerra Fría y evitar otra. Mirando a un futuro no muy lejano, veo la posible aparición de dos bloques que compiten: cada uno con su propia moneda dominante, sus propias reglas comerciales y financieras, su propia estrategia en inteligencia artificial e internet, y sus propios puntos de vista geopolíticos y militares contradictorios. Todavía tenemos tiempo para evitarlo”.
El tercer frente se refiere a la carrera armamentística, ya que el número uno de la ONU se dijo preocupado por las crecientes tensiones que existen también entre los Estados que cuentan con el arma nuclear.
Guterres recordó que el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio, INF por sus siglas en inglés, es un acuerdo histórico que ayudó a estabilizar Europa y terminar la Guerra Fría, pero alertó que “cuando expire mañana, el mundo perderá un inestimable freno a la guerra nuclear”.
“Esto probablemente aumentará, no reducirá, la amenaza que representan los misiles balísticos” añadió antes de pedir a las partes evitar desarrollos desestabilizadores y buscar urgentemente un acuerdo sobre un nuevo camino común para el control internacional de armas.
También urgió a los Estados Unidos y la Federación Rusa a extender el tratado conocido como New START o START III, para la reducción de armas estratégicas, y proporcionar así una estabilidad y dar tiempo a negociar futuras medidas de control de armas.
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