Los motivos de una infidelidad parten de los propios impulsos, pero son variados. Aunque cada caso tiene componentes específicos, en las consultas se repiten una y otra vez las mismas razones. Sarah y Salomón Cohen, respetada pareja de especialistas en relaciones de pareja y creadores del curso online cursoinfidelidad.com, han elaborado, una lista de los motivos psicológicos subyacentes en casos de infidelidad con los que han tratado a lo largo de 20 años de experiencia clínica que ocasiones se pueden dar de manera simultánea.
“Lo que nos lleva a ser infieles”, explica Sarah Cohen, “es siempre nuestro impulso natural al sexo”. En este sentido es oportuno saber que el ser humano tiene una programación contradictoria, por un lado quiere una pareja estable para formar una familia pero por otro quiere satisfacer todos sus deseos sexuales, que muchas veces incluyen a más de una persona.
Los especialistas Sarah y Salomón Cohen, enlistan los siguientes motivos:
Pánico al compromiso.
El matrimonio, para él o ella, sería sólo un sacrificio hecho para mantener en el tiempo una relación que consideran satisfactoria. La monogamia para estas personas no es más que una molestia, algo a evitar, más que algo a mantener.
Relación no satisfactoria.
Razón muy común para ser infiel, donde el sujeto encuentra que su pareja no le aporta el suficiente amor, el tiempo y la atención que considera adecuadas, y que sí reciben la familia del cónyuge, los niños o el trabajo. Muchas veces estas personas no son conscientes de sus necesidades emocionales, no lo hablan con su pareja y, finalmente, acaban siendo infieles.
Concepto erróneo del amor.
Una persona infiel percibe erróneamente que el amor se ha acabado en la relación, porque ya no se da la intensidad sexual y romántica propia de los primeros pasos en una relación. En una relación sana eventualmente el amor se transforma en mayor compromiso, intimidad y confianza.
Vacío emocional.
Cuando una relación es insatisfactoria lo más normal es que, antes o después, uno de sus miembros acabe siendo infiel. El sexo y el romance se utilizan para llenar un vacío emocional.
Inseguridades.
Una persona infiel se siente en inferioridad de condiciones respecto a su pareja: más viejo, más feo, con menos dinero, etc. La infidelidad sirve para reafirmar su valor en el mercado amoroso, subir la autoestima al considerarse deseable. El problema es que las infidelidades causadas por este motivo no suelen ser meditadas y el arrepentimiento es inmediato..
Descuido rutinario.
Aunque la relación pueda ser en términos generales satisfactoria, en algún momento simplemente una de las partes se aburre y quiere probar algo especial, por lo que le emociona encontrar un placer misterioso e intenso en una relación secreta.
Queremos venganza.
Algunas personas engañan sólo como represalia por cierto comportamiento de su pareja que consideran injusto. Quizás como sospecha de una infidelidad de la otra parte, antes de comunicar nada, preferimos ser nosotros también infieles.
Traumas sin resolver.
Según numerosos estudios, las personas que han sufrido en la infancia algún tipo de trauma como un abandono emocional, maltrato físico o abuso sexual son más propensas a ser infieles respecto a sus parejas.
Expectativas irracionales de la pareja.
Estas personas esperan que sus parejas les concedan todo lo que piden, y cumplan todas sus necesidades. Cuando sus parejas, inevitablemente, fallan, sienten que la infidelidad está justificada.
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