El Afilador, el canto de las aves y el tren, constituyen Sonidos en Peligro de Extinción que más extrañan los mexicanos, según la encuesta realizada en el marco de la Segunda Semana del Sonido, que se llevó a cabo en la Fonoteca Nacional del Conaculta a finales del pasado mes de mayo a nivel nacional e internacional. En un gran esfuerzo por identificar aquellos sonidos que con el paso del tiempo se dejan de escuchar por las anteriores y nuevas generaciones de mexicanos, el cuestionario se aplicó a personas de condiciones socioeconómicas y culturales que participaron en la encuesta
Ya no se escucha, ¿Cuál es el sonido que más extrañas?. Realizado el cuestionario vía Internet, facilitó la participación del público de todos los estados del país, incluso algunos votantes lo hicieron desde Nueva York y Los Angeles, en Estados Unidos; Chile y el sur del continente. El resultado sorprendentemente fue que identificaron al afilador de cuchillos, al tren y al canto de las aves, como aquellos sonidos en extinción que más recuerdan y extrañan. Tres fueron las categorías establecidas según la clase de sonido. La primera, Sonidos de la Naturaleza, en donde el sonido más referido fue el relativo al canto de pájaros y aves como el tzenzontle, el gallo, las golondrinas, el jilguero y los canarios.
Al respecto, Vicente Rodríguez, investigador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, comentó que en el Distrito Federal se tienen registradas más de 300 diferentes especies de aves, siendo el gorrión común o doméstico, introducido en América por los colonos ingleses, y el zanate o urraca las de mayor población en la ciudad. En el resto del país las personas identifican con mayor facilidad a dos diferentes especies de tzentzontle. De los Sonidos del Hombre, el que tuvo mayor votos se refiere a un oficio: el afilador de cuchillos, aún y cuando hubo varias menciones de sonidos referentes a las voces familiares, cantos, palabras, frases, ruidos característicos, de abuelos, padres de familia, amigos y parejas.
El afilador de cuchillos y tijeras es un oficio tradicional que se ha ido perdiendo. Su presencia en México se remonta a los tiempos de la Colonia y tiene su origen en Galicia, España. La singular figura del afilador, recorre las calles de las distintas colonias que conforman esta megalópolis, montado en su bicicleta emitiendo un sonido de flautas de caña característico que nos hace saber que está cerca. Su trabajo también lo lleva a cabo en mercados, y su bicicleta, equipada con una estructura plegable sobre la cual se monta la rueda trasera, permite que el afilador puede pedalear sin moverse, y con ello, hace girar un esmeril colocado en un torno, con el que se afilan cuchillos, tijeras, machetes, cuchillas, hachas y demás utensilios que permiten hacer un corte.
Los Sonidos de la Tecnología también fueron considerados, y dentro de esta categoría, el sonido que más se extraña es el del tren, le sigue el sonido de la máquina de escribir y en tercer lugar el sonido que emitía el módem telefónico al conectarse al Internet. Desde su establecimiento en México, al despuntar el siglo XX, el ferrocarril fue uno de los principales medios de transporte para miles de pasajeros, factor clave para llevar a cabo una Revolución aún inacabada, y promotor, sin duda, del desarrollo industrial y económico de la sociedad mexicana. Desafortunadamente, el año de 1997 marcó el declive y prácticamente la desaparición de este sonido, al suspenderse el servicio del ferrocarril de manera masiva, circunscribiéndose a unas cuantas rutas alejadas de las grandes ciudades.
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