Ford Motor Company Fund anunció hoy que los colaboradores de Ford, familiares y amigos contribuyeron con $1,133,447 millones de dólares a los esfuerzos de ayuda relacionados con COVID-19 en todo el mundo, superando su objetivo.
El Programa Donation Match ante COVID-19 se estableció en abril para ofrecer a los colaboradores de Ford, sus familias y amigos una forma de ayudar a combatir la creciente pandemia que los mantenía en casa sin poder realizar voluntariado de manera tradicional.
«Devolver es uno de los valores clave de Ford y eso se ejemplifica aún más con nuestros empleados», dijo Bill Ford, presidente ejecutivo de Ford Motor Company. «Recibimos tantas solicitudes de nuestros colaboradores preguntando cómo podían ayudar en los primeros días de la pandemia. El programa Donation Match proporcionó una forma significativa para que se unieran a la lucha contra el COVID-19, incluso en un momento en el que no podían estar físicamente allí para ayudar a hacer la diferencia».
Por medio del programa, 47 organizaciones sin fines de lucro y comunidades de 20 países y 14 estados de los Estados Unidos recibieron fondos donados por los colaboradores de Ford, familiares y amigos, que luego fueron igualados con 500.000 dólares de Ford Fund y con contribuciones personales del Presidente Ejecutivo de la Ford Motor Company, Bill Ford.
Este programa de donación apoyó proyectos en mercados con necesidades significativas relacionadas con el coronavirus y un número sustancial de empleados Ford. Casi un tercio – 29% – de los fondos se destinaron a los esfuerzos contra el hambre. El siguiente porcentaje más alto, el 24%, se destinó a proyectos que satisfacían una mezcla de necesidades humanas básicas: alimentación, vivienda y ropa, mientras que los esfuerzos educativos recibieron el 19% de los fondos. Las donaciones restantes apoyaron proyectos relacionados con la salud, junto con esfuerzos para mantener los programas de arte virtualmente vivos y preservar los puestos de trabajo en instituciones que proporcionan educación histórica y cultural.
«Esta pandemia ha impactado cada aspecto de nuestra vida diaria y ha puesto a muchas organizaciones sin fines de lucro en riesgo de no poder servir a sus comunidades», dijo Mary Culler, presidenta de Ford Fund. «Gracias a la generosidad de nuestros colaboradores, sus familiares y amigos, pudimos apoyar a diversos proyectos en todo el mundo y así continuar el trabajo que estas organizaciones sin fines de lucro están haciendo».
El programa fue administrado por GlobalGiving, el socio de Ford para la ayuda en casos de desastre y la concesión de subvenciones globales.
A continuación, se presenta un resumen de cómo las organizaciones sin fines de lucro de todo el mundo utilizaron las donaciones para tener un impacto en sus propias comunidades. En Brasil, Obras Sociais Irmã Dulce alimentó a casi 1,200 familias durante un mes y entregó cerca de 20,000 comidas a ciudadanos sin hogar.
En Ontario, Canadá, la Fundación David McAntony Gibson distribuyó 35,000 kits de higiene; 150,000 kg de alimentos secos; así como 26,000 regalos de agradecimiento a los trabajadores de primera línea que prestan atención a los más vulnerables en sus comunidades.
En Inglaterra, St. Mungo’s apoyó el traslado de más de 2,700 personas sin hogar de las calles o de los refugios de emergencia a habitaciones de hotel individuales. Los equipos de capacitados también proporcionaron una evaluación completa de cada persona y entregaron alimentos y otros suministros esenciales en función de las necesidades específicas.
En Tamilnadu, India, la Asociación India de Ciegos prestó apoyo financiero a más de 250 familias con miembros con problemas de visión para ayudarles a pagar los alimentos, los medicamentos y el alquiler.
En Italia, la Misión Bambini ayudó a más de 600 familias de bajos ingresos a llevar a cabo la transición al aprendizaje en línea de sus hijos durante las estrictas órdenes de cuarentena. Las donaciones ayudaron a proporcionar dispositivos electrónicos, capacitación tecnológica y apoyo emocional.
En la Ciudad de México, Fondo Unido México colaboró con múltiples organizaciones sin fines de lucro en más de 33 proyectos comunitarios que entregaron alimentos, kits de higiene personal, suministros médicos y botiquines de emergencia a personas necesitadas. Otros proyectos se ocuparon de las necesidades relacionadas con la educación, la salud mental y la asistencia ante la emergencia.
En Craiova, Rumania, el Club Asociatia Rotary Craiova Probitas se unió con la Fundación Ion Tiriac para adquirir equipo de análisis de virus y multiplicar por 10 los análisis diarios en el hospital de la comunidad.
En Madrid, España, Apadrina La Ciencia prestó apoyo financiero a los laboratorios que realizan las pruebas de COVID-19 específicamente para los ancianos de los asilos, lo que dio lugar a la administración de más de 1,000 pruebas adicionales.
En Sudáfrica, la Fundación Waqful Waqifin (Gift of the Givers) distribuyó alimentos y artículos de limpieza a residentes de bajos recursos mientras realizaba pruebas a personas en tiendas de campaña instaladas en hospitales clave. En total, se atendió a más de 180 hospitales y clínicas y se entregaron 120,000 cajas de alimentos a familias de todo el país.
En Taiwán, Teach for Taiwan compró tabletas electrónicas para los alumnos que tenían sus clases en línea.
En Estambul, Turquía, la Fundación de la Facultad de Medicina de Cerrahpasa proporcionó cubrebocas, ventiladores y suministros médicos para salvar vidas para sus unidades de cuidados intensivos COVID-19. También proporcionaron suministros esenciales a los trabajadores de la salud en uno de los hospitales docentes más antiguos y grandes del país, que atiende a 3,500 estudiantes de medicina.
En Viet Nam, el Centro de Vivir y Aprender para el Medio Ambiente y la Comunidad proporcionó alimentación y cubrebocas a 80 aulas de estudiantes con discapacidad visual en Ha Noi. En Hoan Kiem, 120 familias recibieron despensas de alimentos, cubrebocas y tarjetas de regalo de supermercado. Además, se donaron cuatro toneladas de arroz a los residentes de Ho Chi Minh, y 150 estudiantes de la Universidad Tecnológica de Ho Chi Minh recibieron 2,250 comidas y tarjetas SIM.
Catorce organizaciones sin fines de lucro en todo Estados Unidos también recibieron donaciones. Entre ellas:
La organización United Way for Southeastern Michigan, con sede en Detroit, otorgó 580 subvenciones a agencias locales sin fines de lucro, guarderías y centros comunitarios.
El Centro Pope Francis, un refugio para personas sin hogar de Detroit, usó sus donaciones para seguir proporcionando comidas, duchas y ropa a las personas sin hogar.
En Ann Arbor, Michigan, el club de música folclórica The Ark creó «The Ark Family Room Series», una programación en vivo que ofrece cuatro o cinco actuaciones a la semana, proporcionando ingresos para los músicos y una forma de que el público internacional participe en la experiencia. The Ark también está llevando a cabo programas juveniles y educativos virtuales y ha ampliado el alcance de los medios sociales, manteniendo a la gente conectada con la música y entre sí.
El Banco de Alimentos de Greater Cleveland (Ohio) entregó más de 9 millones kilos de alimentos a 800 organizaciones comunitarias que distribuyen comidas a las familias.
En Olympia, Washington, el Boys & Girls Clubs of Washington recibió una subvención para permanecer abierto bajo las pautas de restricción de COVID-19 del estado y proveer servicios esenciales de cuidado infantil. En San Clemente, California, el Boys & Girls Club del área de la costa sur entregó casi 25.000 comidas y kits de actividades para el hogar a familias de bajos ingresos durante las restricciones para permanecer en el hogar.
En el norte de California, los Voluntarios de la Asistencia Interamericana para el Desarrollo (VIDA) proporcionaron a los hospitales de California equipos médicos como camas, camillas, suministros intravenosos y batas quirúrgicas. También prestaron asistencia en países de América Latina y enviaron 74 equipos de protección personal y suministros médicos a países de todo el Caribe, México y América Central, así como 20 equipos a China. Además, su brazo estadounidense abasteció a 200 profesionales médicos estadounidenses que viajaban a Filipinas para tratar problemas respiratorios.
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