En los planteles escolares de México, desde hace años se tiene el sistema de orientación social, que no ejercen un papel de clases constantes en los alumnos.
A menudo se piensa que las funciones de un psicólogo educativo en la escuela y las de un orientador son las mismas, pero esto no es del todo correcto, más en la actualidad, donde el alumnado en la nueva normalidad requiere mayor apoyo sobre lo que está viviendo en su hogar, con su familia y en la escuela.
La Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil ha coincidido con la Organización Mundial de la Salud al señalar que el 50% de los trastornos mentales que padecen los adultos, se gestan durante la infancia y la adolescencia, y que, desafortunadamente, estos problemas psicológicos no son detectados a tiempo.
Por otra parte, la organización Save the Children, ha señalado que, en el caso de México, son millones las niñas, niños y adolescentes que viven violencia en sus hogares, mismos que van desde castigos físicos, humillantes y psicológicos, también sufren acoso dentro de los centros escolares, sufren de abusos, negligencia y abandono.
Adicionalmente, la Encuesta Nacional de los Hogares 2017 realizada por el INEGI, se plantea que 32.5% de la población en México de 12 años y más ha sentido depresión. Este tipo de problemas alcanzan hasta un 14.6% en niñas y niños entre 7 y 14 años de edad, porcentaje que se incrementa a 28.9% en los adolescentes y jóvenes de 15 a 29 años.
En este marco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que entre 10 por ciento y 20 por ciento de los adolescentes experimentan problemas de salud mental en todo el mundo; mientras que, de acuerdo con la Unicef y el Inegi, hasta el año 2019, 63 por ciento de las niñas y niños entre uno y catorce años han sufrido algún tipo de violencia, al tiempo que 18 por ciento de la población menor a los cinco años no tienen un nivel de desarrollo adecuado.
En tanto, ocho de cada diez agresiones contra niñas, niños y adolescentes de entre 10 y 17 años ocurren en la escuela y en la vía pública; seis de cada diez mujeres adolescentes de entre 14 y 17 años han sufrido al menos un incidente de violencia ya sea emocional, física, sexual o económica.
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