Ante la necesidad de disminuir la dependencia al uso de semillas genéticamente modificadas de algodón y de contar con una alternativa ambientalmente amigable, la Secretaría de Medio Ambiente, en conjunto con otras dependencias, retoma los estudios relacionados con las variedades convencionales y nativas, el manejo integrado de plagas y la reducción del uso de agroquímicos, e incluye prácticas agroecológicas para el tratamiento de malezas, lo que resulta indispensable ante la crisis ambiental que estamos viviendo.
Es importante señalar que después de dos décadas de sembrar semillas transgénicas con tecnologías que aportan tolerancia a herbicidas y resistencia a los insectos, es clara la dependencia al uso de agroquímicos dañinos a la salud humana y al ambiente y aparecen plagas secundarias para las cuales esas tecnologías no son efectivas, además de presentarse ahora una resistencia en malezas, con el consecuente incremento en el costo del cultivo al aumentar el número de aplicaciones de agroquímicos.
Al respecto, la Secretaría de Medio Ambiente reafirma su compromiso con la conservación de la diversidad biológica de las especies con centro de origen y diversidad genética en México, como es el caso del algodón mexicano (Gossypium hirsutum), para que las generaciones futuras puedan hacer uso de este recurso genético. Para esto, la dependencia federal trabaja en el desarrollo de estrategias que permitan la transición de sistemas agroindustriales a sistemas agroecológicos.
En cuanto a los permisos para siembra de algodón genéticamente modificado que solicitan el Comité Sistema de Producto Nacional y la autoridad estatal de Chihuahua, es importante precisar que no son competencia de esta Secretaría. De acuerdo con los artículos 12 y 13 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, corresponde a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural resolver y expedir los permisos para la realización de actividades con organismos genéticamente modificados (OGM).
Actualmente, existen en el país 22 permisos vigentes para la siembra comercial de algodón genéticamente modificado, con una cobertura de un millón y medio de hectáreas que, conforme al Art. 58 de la misma Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, tienen una vigencia indeterminada, por lo que sólo se requiere la importación de semillas bajo los mismos términos en los que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria otorgó el permiso, por lo cual esta puede continuar sin afectaciones
Comentarios Cerrados