La prudencia del Presidente contra el triunfo de Biden
Rafael Cienfuegos Calderón
Con apego a la postura política que asumió en sus dos primeros intentos por llegar a la Presidencia de la República fincada en su abierta desconfianza en los procesos electorales y en los resultados por no haberle sido favorables, el Presidente se niega a reconocer que Joe Biden ganó la presidencia de Estados Unidos con 290 votos electorales que lo respaldan y que Donald Trump perdió con 214. Parece ser que el Presidente mexicano prevé la posibilidad de que Trump revierta el resultado de la elección a través de la impugnación y la declaración de fraude, y por ello insista en que no reconocerá a nadie en tanto no se resuelvan los asuntos legales que el proceso implique. Afirma que es por prudencia. Esto podría creerse si al Presidente no lo persiguiera el fantasma del fraude que acusa le hicieron en 2006 (no lo pudo comprobar ante el tribunal electoral), y que afirma avalaron mandatarios del mundo con su precipitado reconocimiento a Felipe Calderón. Y como desconfiado que es de los procesos electorales, la renuencia del Presidente a felicitar a Biden y reconocer su triunfo parece obedecer más a su creencia de que a Trump, el presidente de Estados Unidos que no es su “amigo, que ofendió a los mexicanos al llamarlos asesinos, holgazanes y violadores, que fue injerencista al imponer la detención de migrantes como condición para no cobrar impuestos a las exportaciones, y que construye un muro fronterizo que quiere pague México, le puede estar pasando lo mismo. Lo anterior a pesar de que ayer en la conferencia declaró que esperar el pronunciamiento oficial del resultado de las elecciones no significa que apoye las denuncias de «fraude» hechas por el aún mandatario Trump. Aun así, llama la atención la postura que asume el presidente de México cuando hay el antecedente del tropezón que tuvo con el virtual presidente electo de Estados Unidos a causa de la reunión oficial que sostuvo en Washington con Trump (presidente y candidato a la reelección), lo que los políticos del Partido Demócrata consideraron un espaldarazo electoral a éste ante la comunidad de mexicanos que viven en Estados Unidos. En la conferencia de ayer descartó tener alguna diferencia con Biden (el 5 de marzo de 2012 se reunió con él en su calidad de vicepresidente de Barack Obama siendo precandidato presidencial), pero reiteró que esperará el resultado oficial para felicitarlo. Lo que podría beneficiar a México para que realmente haya una buena relación con Estados Unidos es que Joe Biden no sea rencoroso.
Comentarios Cerrados