A un año del cierre de escuelas como resultado de la pandemia de COVID-19, Mexicanos Primero exigió a la Secretaría de Educación Pública dejarse de excusas y hacer público un plan de regreso a actividades presenciales que proteja el derecho a aprender y la salud de niñas, niños, jóvenes, sus maestras, maestros y familias.
En conferencia de prensa, David Calderón, Presidente Ejecutivo de Mexicanos Primero, dijo que la exigencia específica no es “volver a clases”, sino discutir públicamente y contar ya con protocolos para actividades presenciales que permitan contrarrestar los daños a niñas, niños y jóvenes ocasionados por el encierro, las clases a distancia y la falta de convivencia.
Cuestionó la ausencia de precisión y decisión de las autoridades para dar los siguientes pasos: “es inaudito que en buena parte de México los bares y restaurantes están abiertos, y las escuelas cerradas. Dejen ya de estar ausentes. Dejen ya de posponer. Ya basta de vaguedad. Ya basta de engañar. Necesitamos una ruta ya. Dejemos el arreglo convenenciero entre adultos. Pensemos integralmente en el derecho de los niños. Niñas y niños, adolescentes y jóvenes se están marchitando en cautiverio.
Que el presidente, así como dice con contundencia que se va abrir en Campeche o en Sonora, que nos explique públicamente cómo y cuándo, y que la Secretaria de Educación se haga responsable de esa indicación. Que nos expliquen por qué la decisión de vacunar en Campeche, pero no en Chiapas, que también tiene semáforo verde. No somos ingenuos; no existe un protocolo desarrollados ya por la autoridad educativa, ni presupuestos adecuados. Los centros de aprendizaje comunitario son un engaño porque nadie tiene claro cómo abrir uno”, agregó.
Calderón explicó que sin una ruta que guíe a las y los maestros es imposible hablar de apertura, pues no solo son las vacunas, sino resolver la falta de agua en una de cada cinco escuelas del país y los insumos que se necesitan para el regreso seguro: líquidos sanitizantes, cubrebocas, termómetros, entre otros. Aseguró que se necesita claridad en el presupuesto que cubrirá estos aspectos.
Por ello, planteó cinco exigencias específicas:
Que el Consejo de Salubridad cambie las reglas para considerar que la realización de actividades presenciales no esté sujeta al semáforo verde, sino que pueda comenzar antes.
Que la SEP presente los lineamientos con los que se pueden hacer actividades presenciales en los planteles, en la forma de Centros de Aprendizaje Comunitarios, que den certeza a maestras, maestros y directores, así como a familias y estudiantes. Y que dichos lineamientos sean publicados con protocolos detallados, con listas de cotejo sobre todo lo que debe estar listo antes de abrir.
Que se presente públicamente la ruta de Campeche como proyecto piloto nacional, incluyendo los presupuestos específicos de lo que se va a invertir, y con garantía de que se asegurará la disponibilidad de agua y de los suministros para cada escuela, haciendo real la gratuidad de la educación.
Que se someta y se defina en asamblea, con la participación de las familias, el colectivo de docentes y directivos, y de niñas, niños y jóvenes, con los protocolos nacionales ya conocidos y socializados, cuándo y cómo abrir, para crear juntos el calendario y el escalonamiento de actividades.
Que, en espera de que SEP acabe con su incumplimiento de convocar el Consejo Nacional de Participación Social en Educación, se abra a la brevedad una Mesa Nacional en la que estén representadas familias, movimientos, sociedad civil, autoridades educativas locales y representantes sindicales, con minutas de acuerdos públicas, para dar seguimiento a las aperturas en todo el país, compartir buenas prácticas y proponer los ajustes a la estrategia y la normativa.
David Calderón reconoció que, por tratarse de una emergencia, fue atinada y responsable la decisión de la SEP y de las autoridades educativas locales de cerrar las escuelas, pero aseguró que por lo que implica, para abrir es necesaria la opinión y participación de todas y todos.
La directora de Activación de Agentes de Mexicanos Primero, Laura Ramírez dijo que las NNJ ya están en riesgo porque las y los adultos que los rodean ya salen a realizar actividades económicas, pero además el riesgo que hoy viven NNJ es mayor debido al abandono escolar, al rezago educativo y al impacto negativo del encierro en la salud socioemocional.
Comentó que las y los docentes, las familias y las NNJ han externado su preocupación por la condición de las escuelas, la lentitud del proceso de vacunación y la falta de lineamientos, pero también reconocieron que es necesario definir una forma de presencialidad que ayude a las y los estudiantes a volver a sus actividades. Esto debido a que cada vez hay menos contacto entre docentes y estudiantes, y se incrementa el cansancio, la falta de motivación de las y los estudiantes por el encierro que trae y traerá graves consecuencias.
Laura Ramírez recordó que basados en la evidencia, Mexicanos Primero calcula que el aislamiento por la pandemia puede causar que al menos de 4. 5 millones de NNJ abandonen sus estudios, se estima en tres años el retraso en los aprendizajes, graves daños socioemocionales y un incremento de niñas y niños con mayor exposición a la violencia.
“De acuerdo con MEJOREDU casi 40% de las y los estudiantes se sienten tristes o desanimados por la situación, es decir más de 10 millones de NNJ viven emociones negativas que pueden tener impacto en su proceso de aprendizaje. Aún así, ellas y ellos hoy valoran más que nunca la relación con sus maestras y maestros y se han adaptado a la televisión y el Whatsapp. Anhelan el reencuentro en la escuela y se comprometen a cuidar las medidas de bioseguridad a cambio de poder convivir con sus amigas y amigos; que su compromiso no sea en vano por la ausencia de las decisiones de los adultos”, manifestó.
La SEP y los gobiernos locales deben priorizar en el plan de regreso seguro y tenerlo listo lo más pronto posible para que cada estado y cada localidad lo aplique en función de sus condiciones particulares y se revisen presupuestos. Ese es el llamado que hacemos porque no se vale anunciar pilotos sin contar con lineamientos claros y transparentes; las y los niños, las familias y docentes necesitan certeza y decisiones responsables, no improvisaciones y ocurrencias. La ausencia de soluciones, la ausencia de acuerdos, la ausencia de precisión y decisión de las autoridades para dar los siguientes pasos ya no debe permitirse, y debe cuestionarse frontalmente.
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