Opinión

ATISBOS

Energía eléctrica cara y contaminante

Rafael Cienfuegos Calderón

Independientemente del impacto que tenga la reforma eléctrica del presidente del cambio en la prospectiva  de nuevas inversiones nacionales e internacionales en todos los sectores productivos, no solo en el energético, pues su carga de nacionalismo  trasnochado implica el monopolio del Estado mediante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el consumidor y el medio ambiente serán los más afectados. Van dos ejemplos: el megawatt de energía eléctrica que genera la CFE quemando combustóleo cuesta 1,485 pesos y el que produce las energías limpias renovables, solar y eólica, cuyos proyectos en marcha se quiere cancelar, 385; y la contaminación por dióxido de carbono (CO2), causante del calentamiento  global, aumentará por el uso de derivados del petróleo (gas, combustóleo, diesel, y carbón); en 2019 el sector eléctrico emitió 171 millones de toneladas de ese gas de los 737 millones que se generaron en total en México (Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales 02-10-2021). El Presidente defiende que la reforma eléctrica impedirá que aumenten las tarifas que paga el “pueblo” por el consumo de luz (si aumenta ¿va a aplicar subsidios?) Hay que señalar que al crear la empresa Gas Bienestar prometió que se frenaría el incremento del precio, lo que no ha ocurrido, porque entre el 30 de agosto y el 4 de octubre subió 11% (aplicación AmiGas LP de la Comisión Reguladora de Energía). Lo que sí garantiza la reforma, de aprobarla el Congreso de la Unión, es que México irá en contra de la tendencia mundial de avanzar en la producción de energías limpias al optar por los recursos fósiles no renovables en detrimento del medio ambiente. En el Financiero (04-10-2021) Jonathan Ruiz Torre llamó la atención sobre que la reforma eléctrica se presentó a un mes de que se celebre la Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 26, en la que la ONU convoca a los países miembros a resolver el calentamiento global con decisiones contundentes, y en ese sentido -dice- el gobierno evidencia su profunda ignorancia en torno al retador contexto mundial. Otros datos indican que la capacidad actual instalada de energía eólica es de 8.6% y la solar de 7.9% del total de generación, lo que les permite abastecer a 13 de cada 100 casas; y en 2020 el 59.4% de la energía eléctrica producida fue de gas natural; 8.6% de hidroeléctricas; 7.2% de combustibles fósiles; 6.3% de energía eólica y 4.3% de solar.

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