Aspiracionistas de clase media son cada vez menos
Rafael Cienfuegos Calderón
Coincidencia o no, en los tres años del gobierno del cambio, en los que no hubo crecimiento económico -en 2019, sin pandemia, y en 2020 y 2021, con pandemia-, en los que se negó apoyo financiero a micro, pequeños y medianos empresarios y comerciantes para sortear la paralización de actividades que hizo quebrar a miles, y no se aplicó un programa de salario temporal para casi 12 millones de personas que perdieron el empleo, la población ubicada en el estrato social de clase media se redujo de 53.5 millones de personas a 47.2 millones -6 millones 300 mil menos-, la de clase alta bajo de un millón 800 mil a 985 mil –815 mil menos-, y la de clase baja creció de 69.8 millones a 78.5 millones -8 millones 700 mil más-Estos datos duros, concisos y macizos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares que dio a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el 10 de noviembre, reflejan el fracaso de la política aplicada por el presidente de la transformación ya que lejos de propiciar mejoría en el nivel de bienestar de la población lo ha deteriorado generando más pobreza y mayor rezago social. Ante tal contundencia, no hay “otros datos” que refuten esta realidad. La encuesta del Inegi indica que un hogar de clase media registra un ingreso promedio de 22 mil 297 pesos al mes, y en el ámbito urbano oscila de 10 mil a 48 mil pesos, y que si bien este es 97% mayor al de la clase baja, es 71% inferior al de la clase alta. En un hogar clasemediero se gasta al mes 931 pesos en restaurantes, 904 en gasolina y 1,068 en educación, recreación y cultura, hay un nivel de estudio de 11.2 años y en el 51.2% al menos un adulto tiene un año de educación superior -en un hogar de clase baja el nivel de estudio es de 8.2 años y en 18.6% hay un egresado universitario, pero en los de clase alta es de 15.2 años y 90% vive un profesionista-; en servicios privados 74% tienen acceso a internet, 61.6% a automóvil, 55.3% a TV de paga, 41.7% a tarjeta de crédito y 31.5% paga escuela privada. Así es que los mexicanos de la clase media, que según la percepción del Presidente son aspiracionistas, individualistas, partidarios de “el que no tranza no avanza”, sin escrúpulos morales, y tienen pensamiento conservador, pero que son los que mueven la economía y dan vida al Buen Fin, cada vez son menos. Eso lo debe de tener feliz y contento, pues los culpa de la pérdida de Ciudad de México en las elecciones de agosto.
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