Durante el ciclo escolar 2020-2021, un total de 1,047,227 alumnos decidieron dejar los salones de clase. Se destaca la salida de 374,261 alumnos de escuelas públicas y 770,727 alumnos de escuelas particulares del país.
El mayor porcentaje de pérdidas de alumnos está en Educación Preescolar, debido a que, por la edad de los alumnos, se demanda de los padres y madres de familia, una mayor inversión de tiempo, esto merma la eficiencia para entregar resultados en su trabajo, por lo que afecta el sustento económico de toda la familia.
Con lo anterior, se pone en evidencia que las autoridades educativas no han generado estrategias para atender esta crisis, recursos como, señala Educación con Rumbo, equipamiento de conectividad y de capacitación para enfrentar las nuevas maneras de comunicación, seguimiento para estudiantes, docentes y padres de familia.
La pandemia ha puesto a prueba todos los sectores y el educativo no ha sido la excepción.
Investigadores han señalado que ya se observa la “pobreza de aprendizajes”. El problema no ha terminado, los estudiantes siguen en aulas virtuales.
En este contexto, alumnos de primaria y secundaria presentan graves problemas de comprensión lectora y de bajas capacidades de razonamiento lógico; así como dificultades para profundizar a través de la investigación y de la búsqueda de información en los medios electrónicos.
Por lo anterior, en el marco del día Internacional de la Educación, en México la educación está estancada y con un grave problema de deserción que amenaza ir en aumento. Los resultados aún están por verse, no podemos seguir confiando en una inercia que es evidente que guarda silencio para no hacer patente el enorme estrés que están viviendo las maestras y los maestros de México en intentar hacer lo que pueden frente a una situación donde se encuentran solos, apoyados únicamente con la buena voluntad de los padres y el cumplimiento de actividades enviadas por correo electrónico por parte de los alumnos.
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