La Virgen María de la religión católica no ha sido la primera mujer adorada; ya sea con atributos de deidad o de santidad, las primeras culturas rendían culto a la mujer, como en el caso de Egipto y la diosa Isis.
La teología heliopolitana cuenta que Osiris era un buen dios que reinaba Egipto con paz y abundancia; un buen día, Osiris tuvo que dejar Egipto dejando a su esposa, Isis, encargada del reino; lo cual provocó la ira de Seth, hermano de Osiris.
En venganza, a su regreso, Seth engañó a Osiris, encerrándolo en un cofre y aventándolo por el Nilo, y posteriormente cortándolo en 14 pedazos.
Isis buscó sin darse por vencida hasta encontrar los restos de su amado, para reconstruirlo; pero esto no fue suficiente, por lo que Isis da a luz a Horus, quien se encargará de vengar la muerte de su padre; con el nacimiento de Horus, Isis se convierte en la gran madre que da pie a la tríada Osírica: Isis, Osiris y Horus.
Isis fue ampliamente conocida y alabada, existían sacerdotes y sacerdotisas encargados de su culto, aunque se sabe poco sobre los rituales; también se le conoció como la gran maga, la gran diosa madre y la reina de los dioses.
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