Para el deterioro de la educación, un plan de estudios ideologizado
Rafael Cienfuegos Calderón
Sin tener el diagnóstico de los daños que causo la pandemia en la educación pública básica, más que nada en pérdida de aprendizaje, el gobierno de la transformación aplicará en el ciclo escolar 2022-2023 la prueba piloto del nuevo plan de estudios que tendrá como base la promoción de una “educación para la democracia” conformada por respeto a la legalidad, el ejercicio de los derechos políticos y sociales y la autodeterminación. Más ideología que pedagogía, porque así lo exige la Cuarta Transformación para imponerse. Y aunque por más de 25 años estuvo ausente de las aulas escolares será la nueva titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez (que dejó la dirección de Atención Ciudadana de la Presidencia de la República tras el nombramiento en pago de su lealtad y por ser exmilitante de la CNTE), la responsable de que se aplique el nuevo plan de estudios a los estudiantes de primer grado de preescolar, primaria y secundaria que serán aleccionados sobre el partido político gobierna cada uno de los estados del país para que estén al tanto de las recientes elecciones, sobre injusticias del pasando y del presente, sobre el partido político que lleva a cabo tal o cual obra como parte de sus propuestas de campaña, y el grado de satisfacción de la población con la transformación. Aunado a ello por encomienda presidencial debe hacer un diagnóstico de los estragos que dejó la pandemia por el cierre de escuelas. El Banco Mundial (BM) estima un rezago en aprendizajes equivalente a dos años de escolaridad. Antes del virus los aprendizajes eran de tercero de secundaria y hoy equivalen a primero de secundaria. Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calculó hace un año una deserción escolar de por lo menos 628 mil estudiantes de 6 a 17 años a causa de la crisis económica, y organizaciones nacionales estiman que son más de un millón 400 mil alumnos los que a la fecha abandonaron sus estudios. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó el impacto con la información disponible de las clases a distancia, la asistencia y el nivel de aprendizaje y la conclusión que hizo pública desde el 2 de junio de 2021, es que si no hay medidas contundentes al volver a las escuelas las pérdidas de aprendizajes ponen en riesgo el futuro de una generación completa de niñas, niños y jóvenes. Ante ello presentó dos propuestas: generar y publicar datos sobre el abandono escolar, la pérdida de aprendizajes y el bienestar de los alumnos tras la pandemia, que se deben obtenerse de pruebas estandarizadas y ser la brújula para que autoridades, directores y maestros diseñen planes para disminuir el rezago educativo; y aprovechar las atribuciones que tienen los estados en la educación para diseñar e implementar acciones locales, reincorporar a los alumnos y compensar el rezago académico, a través de programas de tutorías. El diagnóstico del Presidente (16-08-2022) es que la educación está avanzando ya que hay una relación responsable con los maestros y no ha habido conflictos ni paro de actividades. La organización Mexicanos Primero vislumbra un panorama gris. El nombramiento de Leticia Ramírez no es una señal que augure un cambio de estrategia para resarcir los rezagos por la pandemia. Refleja la indiferencia del gobierno federal hacia el sistema educativo y ella sólo va a administrar la inercia del deterioro que hay. En opinión de México Evalúa la que se fue (Delfina Gómez, ahora candidata al gobierno del Estado de México) deja un desastre y la que llega, más allá de la anécdota de que fue maestra es incondicional del presidente.
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