Este fin de año, el cansancio o agotamiento crónico ha sido una queja constante de los mexicanos. “En la clínica privada, 8 de cada 10 pacientes lo reportan”, asegura la doctora Esmeralda Bastidas Valenzuela, experta en medicina regenerativa y antienvejecimiento.
La falta de energía física, anímica y sexual, irritabilidad o tristeza, problemas para conciliar el sueño y concentrarse son algunos de los síntomas más reportados por los pacientes.
“Los retos laborales, económicos, familiares y escolares que la nueva normalidad trajo consigo, así como las secuelas que el COVID-19 dejó a su paso, son los principales responsables”, puntualiza la también fundadora y CEO de NEOCLINIC.
Tan solo el estrés laboral, por carga de trabajo, aumentó en un 25%, reportó una encuesta realizada por Evaluar.com. 1 Mientras que la ansiedad y la depresión se incrementaron en un 25%, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 2
“El cansancio crónico está presente tanto en la ansiedad como en la depresión”, indica la también maestra en Nutrición Ortomolecular por la Sociedad Española de Nutrición y Medicina Ortomolecular (SENMO).
Estrés, el principal enemigo de la salud
Explica la doctora Bastidas, también especialista en terapia celular, que el estrés genera la secreción de una hormona denominada cortisol, la cual favorece que nuestro organismo se llene de energía para el afrontamiento del “peligro”, como para la huida.
“El cerebro no distingue si el factor estresante es un peligro real de muerte, como sería el ataque inminente de un león, un problema laboral o conflicto con la pareja; su respuesta es la misma”, explica.
Por lo tanto, agrega, cuando el estrés es continuo, el cortisol se queda en nuestro organismo y oxida todas las células de los órganos y tejidos y genera un desequilibrio en el sistema hormonal.
“El cuerpo interpreta que está en peligro constante y, por lo tanto, prioriza la secreción de cortisol, sobre otras hormonas que son igualmente importantes para el bienestar como la testosterona, los estrógenos, la progesterona y la dehidroepiandrosterona (DHEA), lo cual va generando un daño generalizado”.
A esta realidad, afirma la doctora Esmeralda Bastidas, se suman las secuelas que el COVID-19 dejó a su paso.
En el sistema respiratorio, por ejemplo, ocasiona dificultad para respirar durante algún esfuerzo, dolor torácico y problemas de olfato. A nivel emocional la depresión y la ansiedad han sido la constante, y en el ámbito estético el efluvio telógeno, caída de cabello, afecta tanto a hombres como mujeres.
El insomnio, la mala calidad del sueño, falta de atención y pérdida de memoria, son secuelas neurocognitivas con las que todavía muchos pacientes siguen luchando.
Recupera tu salud este fin de año
Frente a esta realidad, asegura la doctora Esmeralda Bastidas, lo más importante es ayudar a nuestro organismo a recuperarse. Las vacaciones de fin de año son ideales para lograrlo.
“El descanso es, por excelencia, la herramienta natural e ideal para la recuperación del organismo; sin embargo, no todos los mexicanos pueden gozar de este beneficio y en ocasiones, aunque se tenga, no es suficiente. Se requiere de otras herramientas que ayudarán a nuestro organismo a su recuperación”.
La doctora Esmeralda Bastidas nos comparte tres herramientas infalibles:
- Nutrición celular
Las vitaminas son la gasolina de nuestro organismo. Sin embargo, la edad, el estrés, los problemas físicos y metabólicos pueden impedir su absorción correcta incluso de los suplementos alimenticios.
La medicina ortomolecular (NEODRIPS) lleva grandes dosis de vitaminas, minerales y antioxidantes a nuestro organismo vía intravenosa, logrando una absorción del 99% de las mismas.
Dependiendo de las necesidades de cada paciente se pueden realizar fórmulas ideales para:
Potencializar las defensas, elevar la energía, mejorar el estado de hidratación, incrementar la concentración y función cognitiva, controlar la ansiedad y la depresión, desintoxicar el sistema vascular y nervioso, disminuir el estrés e incluso aliviar la resaca.
- Terapia celular
Lo creamos o no, la reparación de algunos daños en órganos ya es posible, esto gracias a la terapia celular, que consiste en llevar hasta ellos grandes cantidades de células madre.
Las células madre son la materia prima del organismo, tienen la capacidad de convertirse en cualquier órgano con el que entren en contacto.
La ciencia médica ha probado que cuando estas entran en contacto con órganos, si están dañados, los repara al promover el desarrollo de nuevas células.
Si no encuentran daño, entonces le recuerdan al órgano cómo debe funcionar para prevenir la aparición de enfermedades, incluso de tipo congénitas.
“La terapia celular NEOCELL también fortalece el sistema inmunológico y favorece el estado de ánimo y la recuperación de problemas neurológicos, pues al llegar al cerebro, incrementa la producción de dopamina, neurotransmisor que participa en la regulación de funciones motoras, estado de ánimo y comunicación neuroendocrina”.
- Shot de testosterona
La testosterona es una de las hormonas más afectadas por el estrés, pues se deja de producir de manera importante.
La edad es otro factor que también incide en su reducción. Después de los 30 años su producción se ve afectada.
“Tanto en mujeres como en varones la falta de testosterona produce desgaste muscular y del sistema óseo, reducción de energía física y sexual”.
Devolverle al cuerpo las dosis naturales de testosterona es otorgarle nuevos elementos para su recuperación y vitalidad.
“Con estas tres herramientas y el descanso adecuado, los pacientes comenzarán el 2023 con la energía y salud necesaria para cumplir todos sus propósitos”, concluye la doctora Esmeralda Bastidas, también miembro de la American Academy of Anti Aging Medicine (A4M).
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