En el primer año de la pandemia, América Latina se convirtió en el mercado de mayor crecimiento en comercio electrónico. La región fue el escenario destacado con más de 10 millones de latinos comprando por primera vez por internet en 2020 un aumento del 37% en apenas un año. Grandes compañías financieras como la multinacional financiera Morgan Stanley, aseguraron que se habría duplicado en 2022.
Sin embargo, el eCommerce en la región está lejos de los parámetros de mercados más desarrollados y tiene mucho potencial para crecer. El volumen de ventas online en América Latina apenas alcanza el 20% de las ventas minoristas, un volumen que no supera el 10% del mercado chino, que en términos de población solo duplica a la de la región.
Por ello, según los análisis, lo más importante está por venir. De acuerdo con Morgan Stanley, el mercado de eCommerce en latinoamérica ronda los 100 mil millones de dólares, un número que podría duplicarse en 2025.
México, por su parte, se ubicó dentro de los cinco primeros países (por tres años consecutivos) con mayor crecimiento en comercio electrónico minorista (AMVO), alcanzando los niveles de mercados como Brasil, Rusia, India y Argentina. Se espera que para el 2024 el país alcance un crecimiento del 12% sobre los 545 MDP que se pronostican para 2023, lo que representaría el doble en ventas comparado con 2020.
Las diferencias entre nuestra región y los mercados desarrollados es precisamente el tamaño de la oportunidad que el ecosistema tiene por delante.
Durante años, el desarrollo del eCommerce en América Latina se enfrentó con dos situaciones: las dificultades logísticas y de infraestructura, por un lado, y la escasa penetración de medios digitales de pago por el otro.
Ese panorama ya cambió. Con una de las poblaciones más jóvenes del planeta, la penetración de los smartphones en América Latina llegó a niveles de regiones más desarrolladas. La mejora progresiva de la conectividad, el crecimiento de startups y la adopción tecnológica en toda la pirámide abrió caminos a los “vendedores online”.
Según el informe de PCMI (Payments and Commerce Market Intelligence) titulado “Cash, digital payments, and crypto in Latin America 2022” en octubre de 2022 se produjo una revolución en el ecosistema de pagos. De un total de 1.4 billones (trillion, en inglés) de dólares en toda la región, incluyendo retail y ecommerce, las tarjetas de débito y crédito, han alcanzado el 44%. Otros medios digitales en conjunto acarician el 20%, dejando al efectivo solo en el 37%; un panorama totalmente diferente al de antes de la pandemia.
El eCommerce ha demostrado estar creciendo gracias a una retroalimentación virtuosa con el desarrollo de los medios de pago, siendo uno de los principales vectores de la inclusión financiera.
“La digitalización de los pagos impulsa el crecimiento del eCommerce de la misma manera que el crecimiento del eCommerce potencia la digitalización de los pagos. Geopagos acompaña a la industria en este camino desarrollando infraestructura tecnológica de aceptación de pagos tanto para el mundo presente como para el mundo no presente” dice Agustín Parodi, Chief Operations Officer de Geopagos.
En una era marcada por la omnicanalidad, el eCommerce amplía las oportunidades de venta a marcas, retailers e incluso pequeños comercios.
Para los consumidores, significa no solo acceder a una oferta más amplia, diversa y con mayor comodidad sino que habilita modos innovadores de consumo. El conocimiento del territorio y la cercanía cultural se vuelven un activo fundamental para las empresas, con el rápido crecimiento y gran potencial, con grandes jugadores globales que intentan disputar el mercado, las compañías latinoamericanas, emprendedores y pequeños comercios tienen una gran ventaja: la posibilidad de generar vínculos de lealtad con sus clientes.
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