Te despiertas, entras a la regadera; mientras te arreglas probablemente lees en el teléfono alguna nota de interés, contestas cinco mensajes de whats app y al mismo tiempo piensas en lo que harás hoy. Si te da tiempo tomas algo “rapidito” como desayuno, checas cuatro veces que lleves todo lo que necesitas, incluida la lista del súper; sales de casa y comienza un largo día que no terminará hasta las 10 u 11 cuando hayas terminado de sacar ropa de la secadora o de lavar los platos de la merienda o escribir los últimos dos correos que dejaste para el final del día porque “requerían de toda tu atención”. Probablemente acabe la jornada y pienses que “no cumpliste con todo lo que tenías que hacer y te faltó tiempo; otra vez”.
¿Se parece en algo a tus días? ¿Sabías que a esta auto exigencia por cumplir con todo a la perfección se ha catalogado por algunos como el Síndrome de la Súper Mujer?
Si bien es cierto que en perspectiva son pocos años los que las mujeres tenemos de haber conquistado la posibilidad de ser independientes, pareciera que estamos en una carrera por demostrar –quién sabe a quién- que sí merecemos ese lugar en el mundo laboral, político, social, familiar…
¿Te has puesto a pensar en ti en la última semana? ¿Cuánto tiempo tomas para prepararte un desayuno o una comida? ¿Cuándo fue la última vez que te diste oportunidad de decir “estoy cansada”?
El ritmo de la vida nos come, nos acelera, pero también estás acelerando tus procesos internos y poco a poco el estrés en tus células provoca que pierdas, entre otras cosas, la producción de colágeno en tu cuerpo, en otras palabras, comienzas a perder rigidez en tu piel, tus articulaciones se desgastan más rápido, además de sentir fatiga y falta de fuerza en tu pelo o en tus uñas.
“El estrés crónico tanto psicológico como celular reduce drásticamente el tamaño de los extremos de los cromosomas (telómeros), lo que da como resultado que las células envejezcan y mueran.
Respira profundo, decide hoy por un cambio en tus hábitos, procúrate al menos 5 minutos diarios solamente para ti; intenta utilizar la tecnología en tu beneficio, por ejemplo, busca vídeos con técnicas de relajación o música para bailar, haz el súper por internet o aprovecha las opciones de compra en línea de productos que beneficien tu salud.
Otra manera de auto cuidado es poner atención en tu alimentación, una de las muchas opciones es incluir en tu dieta nutrientes como proteínas, es decir aminoácidos esenciales que ayudan a tu organismo a tener un mejor rendimiento. Si quieres aportar específicamente colágeno a tus células puedes hacerlo a través de productos hechos con grenetina hidrolizada.
La Línea Bienestar de Duché te ofrece una gran variedad de sabores para que te consientas con una rica bebida proteica, ya sea en frío o en caliente; como licuado para tu desayuno, o como un agua de sabor, también en un té por la mañana con los nutracéuticos como linaza, ginseg o alga espirulina, o en las tardes o noches, para relajarte con la mezcla con valeriana. Tú decides, toma el control, respira y no te olvides de ti.
Recuerda que la ingesta de estos productos no sustituye los nutrientes que se obtienen a partir de una alimentación adecuada, además de un régimen de actividad física supervisada.
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