En México, cada año, los cánceres ginecológicos y el de mama afectan la salud de 50,620 mujeres y ocasionan la muerte de 16,714 de ellas.
De hecho, en el país, los cánceres ginecológicos y el de mama representan más del 42% del total de casos de cáncer en mujeres (mama 28.2%, cervicouterino 8.9% y endometrio 5.2%).
El cáncer de mama es el más extendido. Afecta a 29,929 personas y cobra la vida de 7,931 al año, la mayoría mujeres.
El cáncer cervicouterino, por su parte, afecta 9,439 mexicanas y cobra la vida 4,335 de ellas, seguido por el de endometrio que afecta a 5,508 mujeres y cobra la vida de 1,164 de ellas.
El de ovario afecta 4,963 mexicanas y cobra la vida de 3,038; el de vulva afecta 548 mujeres de las cuales 174 fallecen, y finalmente el de vagina afecta a 233 mexicanas y cobra la vida de 72 de ellas.
A nivel mundial, casi la mitad de los pacientes afectados por un cáncer son mujeres (9,227,484 de un total de 19,292,789).
Ante esta realidad, que se suma a muchos más problemas de salud que enfrentan las mujeres en el mundo, se decretó el 28 de mayo como el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, como un recordatorio para abordar las múltiples causas de enfermedad y muerte, como ocurre con el cáncer.
Por ello, la prevención, es el mejor aliado de la salud femenina, indicó el doctor Hugo Vázquez, especialista en ginecología oncológica que, si bien cada cáncer tiene sus propios factores de riesgo, existen algunos que son comunes a todos, como el consumo de tabaco y alcohol, el sobrepeso, el sedentarismo, la hipertensión arterial y la diabetes.
Lo ideal, añade el especialista, es mantener un estilo de vida saludable y realizarse estudios preventivos que puedan reportar cambios y así actuar a tiempo.
En el caso del cáncer cervicouterino, vulvar y vaginal, la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), incluso en mujeres adultas, es indispensable para prevenirlo. A esto hay que agregar pruebas de rutina (una vez al año) como el Papanicolau y si se develara alguna anomalía, lo ideal es practicarse una Colposcopía.
En el caso del cáncer de mama es importante, a partir de los 20 años, el autoexamen de manera mensual y si se detecta algo anormal se requiere el ultrasonido de mama, y una mastografía anual a partir de los 40 años.
Y en caso de tener antecedentes hereditarios o haber recibido radioterapia de tórax, recomienda, agregar una resonancia magnética.
“Una de las mayores limitantes de las mujeres para hacerse estudios preventivos es el temor a ser diagnosticadas con cáncer y perder la vida y, en segunda instancia, su estética, ya sea por la cirugía o los efectos secundarios”.
De ahí que el doctor subraya la importancia de transmitirles que el cáncer no sólo ya es curable, sobre todo si se detecta a tiempo, además existen cirugías mínimamente invasivas y que les permiten conservar su belleza.
“En el caso, por ejemplo, del cáncer de mama, actualmente existe la radioterapia dirigida y terapias blanco, que reducen los efectos secundarios de los fármacos tanto a nivel corporal como en el tejido circundante al cáncer”.
Además, agrega, existe cirugía conservadora o realizada mediante técnica oncoplástica para conservar la apariencia de la mama sin utilizar prótesis, así como la mastectomía con reconstrucción inmediata con implante, conservando piel y complejo areola-pezón de la paciente con un excelente resultado estético”.
Para mujeres que perdieron uno o sus dos senos, existe reconstrucción mamaria tardía (meses o años después de finalizar el tratamiento oncológico).
En el caso del cáncer cérvico uterino, de ovario y de endometrio existe una cirugía conservadora de la fertilidad y cirugía mínimamente invasiva, así como terapias blanco, que incrementan de manera importante el éxito del tratamiento.
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