En un contexto marcado por el cambio climático y compromisos con el desarrollo sostenible, la cultura se fortalece como agente de cambio. Es a partir de esta tendencia que surge la iniciativa Cultura Circular del British Council, quien anuncia el inicio de la convocatoria 2023 para el proceso de selección del programa.
Del 12 de julio al 20 de agosto de 2023, la organización recibirá la postulación de proyectos en este sitio y con base en la información ingresada en el formulario de inscripción, se analizarán los festivales planificados hasta el 30 de junio de 2024, en diferentes sectores y subsectores de la cultura. Ellos son: artes visuales, cine, danza, arquitectura, diseño, moda, literatura, música y teatro. Los eventos seleccionados se anunciarán el 30 de agosto del 2023.
Con presencia en México desde el 2021, Cultura Circular ofrece subsidios de un fondo global de hasta 300.000 libras esterlinas, (alrededor de $6.62 millones de pesos mexicanos). De los cuales los festivales latinoamericanos cualificados podrán recibir entre 10.000 a 20.000 libras esterlinas ($220 mil a $441 mil pesos mexicanos).
El propósito del programa es formar profesionales que se desempeñen en la gestión de festivales de música, cultura y otras área, para impulsar las prácticas y estándares de gestión ambiental y de sustentabilidad para eventos. La iniciativa también capacita a estos organizadores a través de un intercambio de mejores prácticas con especialistas británicos, con el objetivo de aumentar el compromiso de los festivales latinoamericanos con objetivos sostenibles – como la iniciativa #roadtozero, a través de la cual la entidad busca eliminar por completo la emisión de carbono causada por estos eventos.
La edición 2022-2023 del programa Cultura Circular seleccionó 33 festivales en diferentes países. Si bien el 83% de los gestores de estos eventos ven oportunidades para actuar de una forma más sostenible ambientalmente, solo el 52% de los festivales cuentan con un equipo de trabajo interno dedicado a desarrollar y/o coordinar acciones ambientales.
Los interesados tendrán la oportunidad de aclarar dudas en un webinar que se realizará el 27 de julio. También se pondrá a disposición una sesión de preguntas y respuestas en el sitio web del British Council y una dirección de correo electrónico para ayudar a los directores de festivales participantes.
“Nosotros todos nos enfrentamos a una emergencia climática y la industria de los festivales debe ser parte de la solución. Este es el principal mensaje que llevamos al planeta a través del programa Cultura Circular, que también ha crecido en América Latina”, dice María García Holley, Directora Regional de Artes para las Américas del British Council. “Son eventos que, más que nunca, necesitan ser conscientes del impacto real que causan en el medio ambiente, a través de la producción de basura, desperdicio de alimentos, consumo de energía, calidad del aire, transporte, daños a la flora y fauna y uso del agua”, puntualizó.
Actualmente, la iniciativa del British Council está presente en más de 20 ciudades de Latinoamérica: Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Trinidad y Tobago, México, Perú y Venezuela. Todas estas naciones forman ahora parte de la red global que cubre el programa, lo que refuerza el compromiso de la organización británica de reconocer la importancia de los festivales en la dinámica de las ciudades, en la promoción de la creación artística contemporánea y en la expansión de las mejores prácticas de sostenibilidad.
Impacto ambiental
De acuerdo a un estudio de 2019 sobre los impactos del Festival de Música y Artes de Coachella Valley, festival que tiene más de 20 años de historia en California (EEUU), del total de emisiones de carbono producidas por eventos musicales, el 80 % son causados por el desplazamiento del público.
Los desafíos se extienden a los eventos que se realicen en América Latina, aunque algunas acciones ya demuestran el alto potencial de la región para apoyar un sector cultural sostenible en el largo plazo.
En México, que alberga un promedio de 181 festivales al año, la concentración de público en estos eventos incrementó la producción de residuos hasta en un 71% con relación al consumo promedio en un día normal en estos mismos lugares.
Aunque hay claros ejemplos de esfuerzos en este sentido, aún hay mucho camino por recorrer. Por ejemplo, el festival Corona Capital obtuvo en 2019 un certificado ISO que lo ratifica como un evento sustentable, mientras que el festival Vive Latino cuenta con el apoyo de Pronatura, el grupo de conservación ambiental más grande en suelo mexicano, para evaluar su impacto en el medio ambiente y reducir su emisión de carbono.
En Brasil, que fue sede de 126 festivales de música solo en 2022, el Lollapalooza, realizado en la ciudad de São Paulo, registró en 2023 cerca de 352 mil artículos de plástico desechados en los puntos de recolección puestos a disposición por Braskem.
En Colombia, con más de 100 grandes conciertos programados para 2023, un estudio de la Universidad de los Andes indica una producción promedio de 1,5 kilos de basura por persona durante los conciertos musicales en la capital Bogotá. Es decir, un espectáculo con 10.000 personas podría generar 15.000 kilos de residuos. Por su parte, los festivales de música Rock al Parque y Petronio Álvarez y la Media Maratón de Bogotá realizan acciones de reciclaje al menos desde 2006 y hoy reciclan, respectivamente, el 90%, 80% y 70% de la basura que producen.
El programa Cultura Circular también busca resaltar la posición del Reino Unido a la vanguardia mundial de la cultura de la sostenibilidad. Ninguna otra organización demuestra el mismo compromiso y grado de incentivo dentro de una iniciativa dedicada a promover prácticas sostenibles en el segmento de festivales.
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