Al recibir el primer Mapa del Genoma de los Mexicanos –con ADN de moradores de 10 entidades federativas–, que es nada menos que el libro de la vida, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa aseveró que este trabajo será decisivo para hacer un diagnóstico médico preciso que permita combatir con mayor eficacia los padecimientos y prevenir las enfermedades más comunes que sufren los mexicanos, como hipertensión, obesidad, cáncer y distintos tipos de infección.
Este trabajo es un avance hacia la medicina predictiva, lo que generará ahorros en los costos de atención a la salud y será clave para igualar las oportunidades de los mexicanos para una vida más saludable.
Dar a conocer esta investigación es sumamente importante, porque México es la primera economía emergente que ha descifrado el perfil genómico de su población, logro que hasta ahora sólo habían alcanzado naciones como Estados Unidos, Japón y el Reino Unido, dijo Calderón.
Con la publicación de esta investigación en la prensa científica internacional, México se suma al muy reducido grupo de naciones que ha abierto camino para el desarrollo de la medicina genómica, que es la del tercer milenio, expresó.
Acompañado del secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, y de Gerardo Jiménez Sánchez, director general del Instituto Nacional de Medicina Genómica, Calderón Hinojosa aseguró que este esfuerzo en salud permitirá enfrentar con rapidez y eficacia emergencias, como la que hoy enfrenta México con A/H1N1, respecto del cual destacó que el gobierno federal actuó, ha actuado y actuará con decisión y oportunidad desde el momento en que se supo de su detección y mientras se presenten otros casos en el país.
NUEVA GENERACIÓN DEL GENOMA HUMANO
La cambiante sociedad del siglo XXI requiere, para lograr su desarrollo y crecimiento sustentable, del capital humano suficiente y con la formación acorde a las exigencias de la sociedad a la cual pertenece, una visión global y un potencial que permita su evolución y la adquisición de un perfil que se ajuste a la nueva realidad del desarrollo tecnológico, las transiciones epidemiológicas, demográficas y socioculturales y la distribución de los recursos.
Actualmente, el crecimiento sustentable depende mucho del uso de la ciencia y la tecnología. Así lo muestra la experiencia de muchos países, donde la investigación científica y tecnológica juega un papel fundamental para el desarrollo social, el crecimiento productivo; para la educación, para la generación de fuentes alternas de energía, para la comunicación, el transporte, la seguridad social y la salud, entre otros.
Esta época está ante el gran reto que es pasar de una medicina preventiva o curativa a una predictiva. Se trata de un cambio en los esquemas tradicionales.
En la práctica de la medicina curativa la participación del paciente es discreta; en cambio, en el caso de la predictiva el rol del paciente y su familia es muy diferente, ya que requiere una mayor participación y concientización de la situación de salud, toda vez que al conocer de manera anticipada las diversas posibilidades o probabilidades de enfermedades, el individuo deberá adoptar un estilo de vida saludable y corresponsable en el autocuidado de su salud.
MÉXICO HACE LO SUYO
Sin duda alguna, éste es un gran acontecimiento, sobre todo, si se toma en cuenta que el primer Mapa del Genoma de los Mexicanos está hecho por científicos del Instituto Nacional de Medicina Genómica y que este trabajo ha sido reconocido por la Academia de la Ciencia de Estados Unidos.
Así lo dio los indicó el director general del Instituto Nacional de Medicina Genómica, de la Secretaría de Salud, Gerardo Jiménez Sánchez, quien agregó que este proyecto tiene como objeto contribuir a la creación de los cimientos de una sólida plataforma que permita el desarrollo de aplicaciones genómicas para el cuidado de la salud.
El antecedente reciente es el Proyecto del Genoma Humano que describió para el mundo la secuencia de esta molécula, hace apenas cinco años. El genoma humano es una molécula que mide como metro y medio, contiene información para cada una de las funciones de nuestro organismo, alberga en el núcleo de cada una de nuestras células y está formado por tres mil 200 millones de unidades o letras que se conocen por sus iniciales A, G, T y C.
Este libro de la vida con alfabeto de cuatro letras demuestra que los humanos compartimos el 99.9 por ciento de esa secuencia. Las variaciones más frecuentes corresponden a cambios de una letra por otra, salpicados a lo largo de todo el texto. Las combinaciones de esas variaciones son la base de la individualidad y las que nos confieren el riesgo de las enfermedades que se sufrirán y definen quienes desarrollarán efectos adversos a las medicinas. Así que el descubrimiento sistemático de las variaciones del genoma humano y su asociación a padecimientos comunes, como cáncer, diabetes, obesidad, hipertensión y otras, constituyen las bases de la medicina genómica.
El principio fundamental consiste en que todas las enfermedades humanas son producto de la interacción entre el genoma individuo y el Medio Ambiente; de tal forma que conocer los riesgos específicos de cada persona dará lugar a una práctica médica más individualizada, más predictiva y más preventiva, mejorando, significativamente, la calidad de vida de los mexicanos y generando importantes ahorros en los costos de atención de las complicaciones derivadas de las enfermedades más frecuentes.
Para el 2004, era imperioso conocer los mapas con las características del genoma de las poblaciones para darles aplicaciones médicas más específicas. Por ello, a nivel internacional se acordó hacer el Hap Map para descubrir las variaciones frecuentes del genoma humano de poblaciones ancestrales como las caucásicas, africanas y asiáticas. Obviamente, dejaron fuera a Latinoamérica, con el riesgo de no desarrollar las aplicaciones médicas del genoma humano para esta población.
Ante esta situación, el Instituto Nacional de Medicina Genómica diseñó el proyecto para conocer las variaciones del genoma humano más frecuentes en México y compararlas con las demás. Este catálogo de variaciones genéticas de la población mexicana servirá para forjar las bases para el desarrollo de la medicina genómica para los mexicanos, concluyó.
Libro de la vida
Los científicos que elaboraron el libro de la vida o genoma humano de los mexicanos tuvieron que catalogar más de 100 mil variantes genéticas del país. Hasta el momento, se trabajó con habitantes de Yucatán, Zacatecas, Sonora, Veracruz, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, Tamaulipas, Durango y Campeche, así como con cuatro grupos de poblaciones indígenas como los tepehuanos, mixtecos, zapotecos y mayas. La población mexicana contribuye con, por lo menos, 65 grupos étnicos diferentes. Además, el 85 por ciento de la población mexicana está compuesto por mestizos porque tiene dos componentes mayores: caucásico y amerindio. En total se seleccionaron a 300 mestizos de seis regiones diferentes de México, junto con 30 indígenas zapotecas y examinaron muestras de sangre para la determinación de 100 mil polimorfismos nucleótidos singulares o únicos. El estudio señala que existen diferencias significativas entre los latinos y los otros tres subgrupos mayores del mapa genético de los yoruba, caucásicos y asiáticos, cuyos perfiles genéticos están documentados en el Proyecto Internacional de Mapa Genético que se llevó a cabo del 2002 al 2006.
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