Opinión

ATISBOS: No hay fraude ni forma de revertir el triunfo de Sheinbaum

Rafael Cienfuegos Calderón

Hay voces que empezaron a subir de tono dos días después de la elección del 2 de junio alegando “fraude”, a pesar de que  la virtual presidenta electa recibió inobjetables 35.9 millones de votos ciudadanos.

La jornada electoral aunque registró un abstencionismo de 38.5-40% transcurrió en un clima de tranquilidad y sin irregularidades mayores, por lo que es un despropósito del bloque de partidos de oposición intentar sembrar la duda sobre la limpieza de la misma.

Xóchitl Gálvez que se autocalificó como demócrata al reconocer que el voto no la favorecía,  en lugar de acusar fraude e impugnar debería desligarse de los tóxicos dirigentes de los desprestigiados partidos que la candidatearon, quienes después de la debacle se afanan por mantener sus privilegios y defender sus intereses.

Luis Cárdenas expuso (El Universal, 06-06-2024): Los que andan alegando fraude electoral bien harían en usar sus energías para pedir que se vayan al carajo Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, “ellos son el verdadero fraude”.

La exigencia de que se abran los paquetes y se cuente voto por voto casilla por casilla y los reclamos ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) –al día 12 van 233 impugnaciones del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano- no van a revertir el triunfo de Claudia Sheinbaum.

Aunque, porque lo establece la Ley Electoral para la elección presidencial y no porque haya dudas del resultado, el Instituto Nacional Electoral (INE) hará  recuento de votos de 67.3% de las casillas.

Sin embargo, la impugnación es un derecho legal de los partidos en cualquier elección y a ella recurrirán más que para reventar la elección, en un intento por salvar el registro del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que no obtuvo el 3% de la votación total que exige la ley.

El exconsejero electoral del INE, Ciro Murayama expuso ante lo dicho por la candidata perdedora y líderes del frente opositor sobre “manipulación del  PREP” (Programa de Resultados Electorales Preliminares) e inconsistencias en las actas que:

El sufragio depositado en las urnas se contó bien. No hay fraude. Las inconsistencias son menores, habituales y corregibles. Pero, el proceso electoral no fue equitativo y el riesgo es la sobrerrepresentación (en el Congreso Legislativo).

La oposición debe concentrarse más que en gritar “fraude”, en evitar que Morena y aliados, manipulando la sobrerrepresentación que otorga la ley al partido más votado se quede con  19%, más del doble del 8% que permite la Constitución.

“El voto popular no les dio el Plan C. Lo quieren conseguir con trampa. La batalla es por impedir, Constitución en la mano, la sobrerrepresentación. No en pelear contra fraudes inexistentes”.

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