Ante el fracaso en seguridad el “pueblo” pone los muertos
Rafael Cienfuegos Calderón
En los tres anteriores sexenios (2006 a 2024) la inseguridad agravada por la violencia de los cárteles de la droga, las organizaciones del crimen organizado y los grupos delictivos fue el “Talón de Aquiles”. Los presidentes en turno no atinaron diseñar una estrategia efectiva para proteger a la población.
Fracasaron y las 476 mil 148 personas asesinadas las puso el “pueblo”.
Inició el segundo gobierno de la “imaginada” cuarta transformación y la tendencia homicida no baja; es similar a la del sexenio pasado que acumuló 199 mil 148 víctimas e hizo naufragar el “mandato” presidencial de abrazos, no balazos.
En el corto tiempo de la Presidenta Claudia Sheinbaum han ocurrido cinco mil 307 asesinatos al día 9 y, aun así, afirma que la nueva estrategia de seguridad pública “ya está dando resultados” en su narrativa de querer convencer al ciudadano de a pie de que en “realidad” así es.
A decir del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, de octubre 1 a diciembre 1 se capturó a cinco mil 333 personas por delitos de alto impacto, se aseguró 57.9 toneladas de enervantes, y decomisó 415 mil 309 pastillas de fentanilo y dos mil 471 armas de fuego, pero… los homicidios dolosos siguen a la orden del día.
El día 3 Marcela Figueroa, secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) informó que en esos dos meses hubo cuatro mil 797 homicidios; 82.7 y 74.5 víctimas en promedio diario, y que entre el 1 y 9 de diciembre van 558 asesinatos, 69.7 cada 24 horas.
Según la Estrategia Nacional de Seguridad Pública (2024-2030) hay avances en el combate a los cárteles con acciones espectaculares contra los capos, pero persisten los enfrentamientos a cualquier hora del día con armas de alto calibre en disputa por el control de plazas y territorios, los secuestros, extorsión y trata de personas, y los asaltos a mano armada con violencia en la vía pública.
La pacificación del país para dar seguridad y protección a la población está en segundo plano.
La gran mayoría de las casi 200 mil víctimas de homicidio del sexenio pasado y lo que va del actual son del “pueblo”.
Lamentable e indolente resulta que ni la Presidenta Sheinbaum, ni el secretario de Seguridad, Harfuch, ni la titular del SNSP, Figueroa, hagan referencias a la gravedad que implica la muerte de ciudadanos indefensos.
Son insensibles ante el peligro que los acecha.
El gobierno anterior optó por dejar en manos del Ejército, la Marina y Guardia Nacional la seguridad pública nacional y los homicidios dolosos y la violencia se incrementaron. El actual -por aquello de la continuidad- aplicará la misma receta -pero con cambios- pues incorporó nuevos elementos que confía darán buenos resultados.
En tanto, cada día se suman a la estadística 70 víctimas.