Un golpe de Estado interrumpió violentamente la vida democrática de ese país. El presidente constitucional Manuel Zelaya fue secuestrado y privado de su libertad y luego enviado a San José de Costa Rica; en su lugar, en una acción sin ningún sustento jurídico, fue impuesto el dirigente del Poder Legislativo, Roberto Micheletti.
El propósito inmediato del golpe era impedir el acto electoral que habría de tener lugar el mismo domingo y que mediante las modificaciones constitucionales del caso, permitirían la reelección de Zelaya cuyo periodo concluye el próximo enero.
El golpe fue montado con el apoyo de la extrema derecha del país encabezados desde la oposición, por el propio Micheletti desde un Poder Legislativo dominado precisamente por la derecha, con el impulso de grupos empresariales de derecha y las cúpulas clericales.
Ha sido tan bueno y torpe el golpe militar que de inmediato fue repudiado mayoritariamente por los gobiernos de América Latina y el propio gobierno de Estados Unidos. Lo mismo ha ocurrido con organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA). Todos demandan la restitución en sus funciones del presidente Zelaya y han negado su reconocimiento al “gobierno” golpista.
Este suceso en Honduras, preocupa en sí mismo pero sus negros presagios se agigantan si se vinculan a las crueles experiencias que han sufrido algunos países latinoamericanos que han sido privados por décadas de su vida democrática y que han sufrido largos y penosos procesos de recuperación.
Frente a la organización golpista de la derecha en Honduras, nadie puede considerarse a salvo y todos deben percibir el riesgo para sus instituciones democráticas. Las acechanzas de sus enemigos son permanentes y no respetan fronteras ni ideologías.
La oligarquía que persigue a Zelaya, tiene sus pares –en composición y desenfreno políticos- en las de Bolivia y Venezuela, por ejemplo.
En la defensa de la democracia latinoamericana, es inexcusable la participación de los jóvenes.
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