“La justicia engrandece a la nación” Pr. 14:34.
México es un país maravilloso, su gente es noble y hospitalaria, la mayoría cuando es visitada en casa dice: “esta es su casa” e invita al recién llegado con verdadero afecto a pasar y disfrutar la amistad que se ofrece.
Las cosas que sin embargo suceden en nuestra patria a veces tienen colores surrealistas que pintan un panorama muy extraño. Por ejemplo, nos dirigimos a unas elecciones en las que se deposita la esperanza de miles de compatriotas para elegir a un hombre o una mujer que gobierne con justicia a la nación. Ese alguien deberá encarnar los ideales constitucionales para gobernar con acierto y llevar la nave de la república a puerto seguro. Cuando todo se perfila hacia un destino claro y definido, de pronto nuestras leyes en materia electoral aplican una suspensión de toda actividad electoral por parte de los diferentes candidatos, así es la ley y debe respetarse ¿pero esto es lo mejor?
Otro campo que en este momento asombra es la reforma al artículo 24 de nuestra Carta Magna, de pronto nuestros diputados se afanaron y sacaron a la luz una reforma a este artículo que tutela los derechos de los ciudadanos a tener la religión que más les convenga o a no tenerla. Esta reforma está en curso ya en la Cámara de Senadores, pronto deberán pronunciarse al respecto o esperar momentos mejores para una verdadera reforma que en estos momentos se estima como poco oportuna.
¿Cuáles son las razones para plantear a la nación estos cambios? No está muy claro el asunto. Si bien es cierto que nuestra sociedad es muy diferente a la de 1917, cuando se aprueba nuestra Constitución en Querétaro, o a la de 1992 cuando se promulga la Ley de Asociaciones Religiosas que es reglamentaria del Artículo 24 constitucional, también es cierto que en materia religiosa hay muchas cosas pendientes que resolver para que en justicia tengamos todos lo mexicanos una base firme y podamos crecer verdaderamente en justicia hacia un futuro con principios sólidos y prácticos. Nuestra sociedad requiere esto y no sólo aspectos filosóficos que pueden maquillar nuestra realidad.
Proponemos y ya lo hemos hecho ante la Cámara de Senadores, se atienda los derechos de los pueblos indígenas ante la intolerancia religiosa que impone cargas extraordinarias a los que no pertenecen a la religión mayoritaria, sobre todo en fiestas que no son de su incumbencia, pero se les obliga a participar económicamente de manera inequitativa. Creemos que se debe legislar claramente y darle oportunidad a todos de profesar el culto que mejor les parezca, sin que esto sea patente de corzo para que se venda toda clase de artículos milagrosos que atentan contra la credibilidad de la fe. Debe ser responsabilidad de nuestros representantes el legislar de manera justa y atenta a una realidad que ya rebasa límites de equidad, por ejemplo en los diversos ordenamientos fiscales de los Estados y Municipios a las asociaciones religiosas, se les aplica el cobro por derechos y cooperaciones como si fueran entidades dedicadas a fines de lucro. Que decir de legislaciones como en el Distrito Federal, que contemplan la muerte asistida ¿por qué se ha de imponer leyes a la población sin su consentimiento?
Necesitamos que la justicia engrandezca a nuestra nación y que se ejerza la libre elección del ser humano siguiendo los dictados que el Supremo Creador ha establecido en su Palabra, sólo así veremos un México fuerte y realmente justo.
Aarón Cortés Hernández es Pastor General de la
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.org
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.org
hermanos la paz DIOS recuerden que todo es un programa de DIOS, es el momento de no callar que CRISTO es el SALVADOR del mundo, able de CRISTO a un amigo a un vecino aun tio a un hijo no callar que CRISTO VIENE y recuerden MEXICO PARA CRISTO Y LAS NACIONES AMEN DIOS LOS BENDIGA
atte: Hno Felipe Maldonado de Tecoman Colima
hermanos la paz DIOS recuerden que todo es un programa de DIOS, es el momento de no callar que CRISTO es el SALVADOR del mundo, able de CRISTO a un amigo a un vecino aun tio a un hijo no callar que CRISTO VIENE y recuerden MEXICO PARA CRISTO Y LAS NACIONES AMEN DIOS LOS BENDIGA
atte: Hno Felipe Maldonado de Tecoman Colima
Pastor Aarón Cortés, a mi parecer, por una parte, nuestros gobernantes han confundido los términos LAICISMO (teoría religioso-política que apremia eliminar
a Dios de la sociedad, instituyendo un sistema ético ajeno a Dios), y LAICIDAD
del Estado (plantea que el Estado no debe estar unido a una religión particular
sino que debe respetar la libertad religiosa; sosteniendo que debe haber una
separación adecuada entre la Iglesia y Estado y no perjudicar a los ciudadanos
por motivos religiosos), es por ello, que han aprobado leyes, sin tomar en cuenta otros aspectos, como los principios fundamentales del ser humano. Por otra parte, si en verdad los diputados que aprobaron esta reforma con el argumento: de defender la laicidad de la reforma y
buscar que en el ejercicio de la libertad
de religión se observen los tratados internacionales en materia de derechos
humanos;
y no por cuestiones políticas-religiosas (año electoral y visita de un Alto Jerarca Eclesial, que es el transfondo de esta reforma; que ya se esta manifestando su descontento con esta reforma por otros sectores, que al igual trae un transfondo político, como es la Campaña de «las católicas por el derecho a decidir», que es un movimiento que no coincide con las enseñanzas morales de lglesia Católica). Estaríamos situados en otra posición de justicia como nación, no perjudicando a los ciudadanos por motivos religiosos. Es necesario que nuestros legisladores realicen una reforma, sin dejar lagunas jurídicas, como suele suceder, y es por eso que hay personas que se aprovechan de ésto último, y aplican aquella frase “lo que no está prohibido,
está permitido”. Tan es así, que obligan en todos los ámbitos a ejercer una tradición que pertenece a un sector religioso y no a al pueblo mexicano; sin contar que hay libertades religiosas para su ejercicio solo para unos cuantos,
y con limitantes para otros. Por último, Si existen buenas leyes, es porque existen buenos legisladores; esto conlleva, que los legisladores tengan valores y principios: éticos, morales y porque no hasta religiosos. Solo entonces, podríamos decir aquello «Nadie ésta por encima de la ley, ni aun el rey» Deuteronomio 17:18-20.
La Paz de Dios.
Hna. Martha Lidia Galicia.
Pastor Aarón Cortés, a mi parecer, por una parte, nuestros gobernantes han confundido los términos LAICISMO (teoría religioso-política que apremia eliminar
a Dios de la sociedad, instituyendo un sistema ético ajeno a Dios), y LAICIDAD
del Estado (plantea que el Estado no debe estar unido a una religión particular
sino que debe respetar la libertad religiosa; sosteniendo que debe haber una
separación adecuada entre la Iglesia y Estado y no perjudicar a los ciudadanos
por motivos religiosos), es por ello, que han aprobado leyes, sin tomar en cuenta otros aspectos, como los principios fundamentales del ser humano. Por otra parte, si en verdad los diputados que aprobaron esta reforma con el argumento: de defender la laicidad de la reforma y
buscar que en el ejercicio de la libertad
de religión se observen los tratados internacionales en materia de derechos
humanos;
y no por cuestiones políticas-religiosas (año electoral y visita de un Alto Jerarca Eclesial, que es el transfondo de esta reforma; que ya se esta manifestando su descontento con esta reforma por otros sectores, que al igual trae un transfondo político, como es la Campaña de «las católicas por el derecho a decidir», que es un movimiento que no coincide con las enseñanzas morales de lglesia Católica). Estaríamos situados en otra posición de justicia como nación, no perjudicando a los ciudadanos por motivos religiosos. Es necesario que nuestros legisladores realicen una reforma, sin dejar lagunas jurídicas, como suele suceder, y es por eso que hay personas que se aprovechan de ésto último, y aplican aquella frase “lo que no está prohibido,
está permitido”. Tan es así, que obligan en todos los ámbitos a ejercer una tradición que pertenece a un sector religioso y no a al pueblo mexicano; sin contar que hay libertades religiosas para su ejercicio solo para unos cuantos,
y con limitantes para otros. Por último, Si existen buenas leyes, es porque existen buenos legisladores; esto conlleva, que los legisladores tengan valores y principios: éticos, morales y porque no hasta religiosos. Solo entonces, podríamos decir aquello «Nadie ésta por encima de la ley, ni aun el rey» Deuteronomio 17:18-20.
La Paz de Dios.
Hna. Martha Lidia Galicia.