Al ser entrevistado por Mi Ambiente, Xavier Leflaive, de la dirección de Medio Ambiente de la Organización de Cooperación para el Desarrollo (OCDE) a nivel mundial, señaló que aprecian una gobernabilidad deficiente del agua que redunda en diversos perjuicios de millones de seres humanos. Expuso que existe una gran falta de coordinación vertical entre jurisdicciones que rigen el uso, distribución y acceso al recurso agua y ello crea redundancias e inconsistencias entre las iniciativas adoptadas por diversos órdenes de gobierno para tener un sistema de agua digno, ya que, por lo regular, se contraponen las acciones de uso del agua en la agricultura, Medio Ambiente, desarrollo urbano y social, entre otros. Esta situación, indicó el entrevistado, conlleva a que se tenga una mayor falta del recurso como desigualdad en su distribución, lo cual crea el concepto de «la competencia entre los usuarios del agua» y frena que este recurso básico sea un motor para el crecimiento verde, ya que el manejo apropiado del agua puede estimular el crecimiento (el desarrollo de nuevas actividades económicas). Sobre fomentar la innovación (nuevas tecnologías o innovaciones técnicas como usar el agua más eficientemente, tratarla adecuadamente y asignarla a donde se necesita, pensar en sistemas de agua inteligentes, riego por goteo, etc), y la inversión (en las tecnologías verdes: pensar en los pequeños embalses, restaurar las llanuras aluviales y los humedales e infraestructuras verdes, en general).
Al ser cuestionado, si lo anterior se relaciona con la llamada «agua virtual» y «huella hídrica», explicó que estas frases han ganado un gran atractivo para la sensibilización de la escasez de agua, los impactos globales de consumo y producción sobre los recursos hídricos y cuestiones de asignación. Sin embargo, estos indicadores tienen límites como herramientas de política o de gestión, ya que no toman en cuenta el costo de oportunidad del agua en su infraestructura y su calidad. En específico, sobre el caso de naciones como México u otros países de América Latina en materia de contar con un adecuado sistema de agua, comentó que se requiere una serie de instrumentos económicos para indicar el valor del agua, que desemboca en un uso más eficiente, asignar un lugar donde más se necesita y se atienda los sitios donde existe contaminación de acuíferos. “Poner un precio al agua seguirá siendo un elemento esencial de las políticas de agua y esto tiene que ir acompañado de medidas que faciliten la transición y que mitigar los costos sociales”, refirió.
Recordó que tras la presentación del informe “El reto de la reforma del agua” y el Global Environment Outlook de la OCDE para el Medio Ambiente 2050, se indica que la mayoría de los países que conforman este organismo, incluido México, enfrentan una mayor competencia en uso del agua de sus ciudades, sistemas agrícolas, industrias, etc, lo cual deriva en que los ecosistemas estén más presionados por tener cantidades de flujos mínimos de agua. En relación a la adaptación del sistema hídrico al Cambio Climático, dijo que algunos puntos clave al respecto es incorporar en las políticas del agua a todos los niveles de gobierno; el sector privado tendrá un papel importante que desempeñar en la construcción y operación de sistemas hidráulicos; además de contar con instrumentos de política del agua para la gestión del riesgo y facilitar la adaptación climática.
Comentarios Cerrados