Cual si fuera película antigua, el color sepia inundará nuestra vista, aquellos ferrocarriles que recorrían cientos de kilómetros sin detenerse por los diferentes climas, ahora atravesarán las entrañas de Los Andes, la cordillera más grande y famosa del mundo.
Se trata del proyecto Corredor Biocéanico, que unirá al Atlántico con el Pacífico, y que se presenta como la obra más ambiciosa de los gobiernos del cono suramericano.
La propuesta tiene una visión comercial. Servirá para conectar los centros comerciales de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay y multiplicar en diez veces el comercio interoceánico, entre dichas naciones, que actualmente, 83 por ciento de las exportaciones deben rodear Tierra de Fuego para llegar a su destino, lo que significa mayores gastos energéticos y tiempos de traslado.
Así, esta vía cuatrinacional dará salida a los productos cuyo destino son los mercados de Corea, Japón y China. Además, el proyecto conectará las ciudades de Valparaíso, Mendoza, Buenos Aires, Montevideo, Porto Alegre, Santa Catarina y Sao Paulo.
La proeza de ingeniería y mano de obra será similar a la proyectada en Suiza donde, en estos momentos, se construye un túnel de 36.5 kilómetros bajo los Alpes; técnica idéntica a la que se utilizará para cruzar el macizo rocoso de Los Andes.
Hoy, el Túnel del Cristo Redentor es el paso terrestre más utilizado entre Chile y Argentina, pero por su ubicación (3 mil 200 metros) en épocas invernales, unos tres meses, permanece cerrado. Por ello, se busca construir un túnel debajo de lo Andes, indican informes proporcionados a la BBC de Londres.
Esta obra tendrá 52 kilómetros de extensión y conectará la ciudad de Río Blanco, en la región chilena de Valparaíso, con Punta de Vacas, en la provincia argentina de Mendoza, cuyo trazo oscilará a una altura de entre mil 500 y 2 mil 500 metros, dependiendo del tramo, y permitirá el cruce de la cordillera «en menos de 4 horas».
El proyecto se adicionará a la vía férrea de 204 kilómetros que enlaza a Los Andes (Chile) con Luján de Cuyo (Argentina). Todo con un costo estimado de 3 mil millones de dólares. Pero los tiempos son de mediano y largo plazo, pues la primera etapa de construcción se estima comience en el año 2020.
MEXICO: AUN VIVEN TRENES DE PASAJEROS
En México, sólo el Ferrocarril Chihuahua al Pacifico (Chepe), que recorre a dicha entidad con base en Sinaloa, y el Tequila Express, que pasa por varios municipios de Jalisco, son los últimos trenes de pasajeros nacionales, aunque en materia mercantil se cuenta con vías férreas que cruzan al país de frontera a frontera.
No existe algún otro proyecto tranviario de pasajeros y los existentes son muy dispersos. La Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) que indica que una ruta de trenes de pasajeros entre la ciudad de México y Guadalajara costaría más de 10 mil millones de dólares, inversión que ninguna dependencia oficial tiene, al menos, programada para este sexenio.
COSTA RICA: REVIVE TRENES POR ECOLOGICOS Y TURISTICOS
La nación centroamericana, tras 13 años de clausurar su sistema ferroviario y ante el crecimiento urbano y los conflictos viales, las autoridades decidieron que el sistema menos contaminante y más veloz para el traslado humano son los ferrocarriles, además de ser una conexión natural para el fomento del turismo internacional, por lo que se inició un servicio de este tipo entre la capital, San José, y la ciudad de Heredia que movilizará a casi 100 mil personas al mes.
La ministra de Transportes costarricense, Karla González, explicó que el objetivo es agilizar el transporte y reducir la contaminación generada por los miles de automóviles que transitan a diario en la zona urbana de Costa Rica, constituida por cuatro ciudades: San José, Heredia, Alajuela y Cartago.
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