Contra expectativas, el virtual candidato triunfante, Enrique Peña Nieto, no gobernará con mayoría del partido que lo postuló, en el Congreso. Si bien la representación en la Cámara de Senadores le es favorable, no ocurre lo mismo en la colegisladora. El PRI sólo es minoría mayor en San Lázaro.
¿Volveremos a escenarios de falta de consensos que ha acompañado a los presidentes de México, desde Ernesto Zedillo? Pudiera ser, depende de la capacidad de gestión del titular del Poder Ejecutivo, de que sus iniciativas tengan viabilidad; de las habilidades de quienes le acompañen en su gabinete; de los recursos de los afines, en el Poder Legislativo; de la disposición de los otros grupos parlamentarios, de los partidos y corrientes políticas que representan; de la actuación de los poderes fácticos (son poderes, se acepte o no); del peso de una participación ciudadana más y mejor informada; de líderes de opinión política, académica, empresarial; de las fuerzas organizadas en los sectores obrero y campesino, siguen presentes aún cuando hayan permanecidos silenciosas, o silenciadas.
Enrique Peña Nieto desplegará sus mostradas facultades de liderazgo para convencer, cuando su triunfo sea acreditado en las instancias correspondientes, para seguir en una labor comenzada años atrás en el hacer político.
¿Se requieren las tan mencionadas “reformas estructurales” para caminar? ¿Sin ellas no hay opción? Acontecimientos de un pasado no tan distante demuestran que el crecimiento económico es posible aún sin ellas. Recuérdese, al presidente Ernesto Zedillo le fue negada la aprobación a su iniciativa de reforma energética por las fuerzas parlamentarias unidas de PAN y PRD. Años más tarde el Grupo Parlamentario de Acción Nacional lo reconocería por haber entregado el país con un crecimiento del PIB del 7.5 por ciento.
¿Sin reformas se paralizó el país? No. Se actuó bajo el marco legal existente. Se lograron resultados que han mantenido una estabilidad macroeconómica razonable. Si el modelo está diseñado para esos propósitos funciona. Como bien apunta Rogelio Ramírez de la O si en lo social no hemos avanzado lo necesario, tendrán que hacerse los ajustes del caso para conseguirlo.
Ciertamente crecimiento económico, crecimiento del Producto Interno Bruto, PIB, en el rango que se quiera, no es igual a desarrollo social. Eso es asunto pendiente cuando la nación sufre condiciones de pobreza creciente: “De acuerdo con su más reciente estudio, el número de personas en situación de pobreza en México subió de 48.8 millones a 52 millones entre 2008 y 2010, lo que significa que el 46.2% de la población se encuentra en esa situación, contra el 44.5% de 2008, precisó el secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Gonzalo Hernández Licona”. www.cnnexpansion.com/economia/2011/07/29/pobreza-mexico-2010
Crecimiento económico no es lo mismo que desarrollo social. “Ante el uso del PIB como indicador de bienestar social existen voces que discrepan, como hizo Simon Kuznets, Premio Nobel en Economía, uno de los primeros economistas que comenzó a usar el PIB como indicador económico” http://www.efxto.com
Por eso suponemos, en Mi Ambiente, que con “reformas estructurales” o sin ellas, el virtual triunfador de la elección presidencial dará continuidad a propósitos congruentes con su expresión: “El objetivo de mi generación no es ideológico o clientelar, sino liberar a los mexicanos de la pobreza… como goberné el Estado de México… gobernaré (al país) con un realismo pragmático y una clara estrategia de largo plazo.” The New York Times, publicado por El Universal, martes 3 de julio de 2012.
AMLO pidió recuento; ahora acusa compra de votos
El IFE culminó el recuento de voto por voto, en 68 mil 384 paquetes, esta fue la demanda de Andrés Manuel López Obrador, de la izquierda. El resultado coincide con el conteo rápido del domingo, también con el pre del lunes y este jueves culminó con los siguientes porcentajes: Enrique Peña Nieto con 38.23 por ciento de votación; Andrés Manuel el 31.54 por ciento; Josefina Vázquez Mota, 25.43; y Gabriel Quadri, 2.28%. Se confirma en primer lugar y ganador, Peña Nieto, con más de 3 millones de votos. En segundo lugar AMLO.
Otra denuncia de Andrés Manuel es supuesta “compra de millones de votos” con tarjetas de la tienda Soriana. Esta cadena de tiendas negó los cargos por escrito. A su vez el PRI formularía denuncia ante la PGR por “el montaje de un delito electoral”. A su vez el candidato priista ganador, junto con el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, aprueban que se haga el reconteo de todos los paquetes electorales. Y que AMLO haga las denuncias formales ante tribunales con pruebas. López Obrador denuncia en público anunciando que lo hará ante el Tribunal Electoral.
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