* Mientras Andrés Manuel López Obrador se dedica a dilapidar irresponsablemente un capital político que no es suyo, acompañado por Jesús Zambrano, Luis Walton, Ricardo Monreal (uno de los estrategas del triunfo de Roberto Madrazo sobre el propio AMLO, en la contienda por la gubernatura de Tabasco en 1994), Enrique Peña Nieto deja la defensa jurídica de su virtual triunfo en manos de quienes deben hacerlo. Pedro Joaquín Coldwell, Jesús Murillo Karam, Raúl Cervantes Andrade, se aplican con los conocimientos y habilidades necesarias para hacer bien lo que bien saben hacer.
* El candidato de la Coalición Compromiso por México, PRI-PVEM, virtualmente triunfante, no pierde el tiempo. Se ocupa, con Luis Videgaray, coordinador de políticas públicas en esta fase de espera, en el diseño de las estrategias necesarias para ejercer un gobierno eficaz. A partir de un plan B, fundamentado en lo que las leyes facultan, en espera de las reformas, el plan A
* Jorge Carlos Ramírez Marín, diputado yucateco y vice coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto, trabaja dedicadamente en la construcción del Plan de 100 días, según lo establece la tradición política, preparatorio de la formulación y presentación del Plan Nacional de Desarrollo al cual habrá de seguir la elaboración de los programas sectoriales. No hay tiempo que perder.
* Mientras, decía, AMLO, exhibe la consistencia a la que nos tiene acostumbrados. Del candidato perdidoso, en dos ocasiones, de la gubernatura de Tabasco, al derrotado del 2012 (si bien falta el dictamen del TRIFE) hay una ruta conocida. De la toma “pacífica de la plaza cívica de Villahermosa, la ocupación de Paseo de la Reforma, a la advertencia de la toma igualmente pacífica de Televisa, hay elementos comunes. Del “no lo voy a dejar gobernar” (a Roberto Madrazo) a la demanda de anulación de la elección pasando por “el presidente espurio”, las estaciones se repiten.
* Los poderosos industriales alemanes (¿qué hacía entre ellos Preston Busch, abuelo de George W. Busch”?) y los mariscales alemanes de la preguerra, estaban convencidos que “al hombrecito” de mente insana lo podría controlar, dominar, al hacerse necesario. Cuando quisieron hacerlo se dieron cuenta de que se habían equivocado, el führer había organizado sus huestes de manera tal que sólo habrían de ser avasalladas con la caída plena del III Reich.
* Una tragedia personal vive Xóchitl Gálvez por lo ocurrido con su hermana Malinali. La política hidalguense, ex política dice ella, injustamente se convirtió en “la nota”. Xóchitl es una luchadora social ejemplar. Una triunfadora en el camino de la vida. En el hacer público tuvo su momento. Se podrá o no estar de acuerdo con ella en las formas de su actuación, seguramente no en sus causas. Pero en su carrera profesional es una mujer exitosa. Vaya a ella un saludo solidario.
Comentarios Cerrados