Los chamaelónidos incluyen a formas muy especializadas en la captura de insectos, presentan cuerpo de sección poligonal, cabeza en forma de casco con ojos protegidos que pueden moverse por un párpado cónico, con independencia uno del otro, en todas direcciones. Estos ojos son salientes y su retina es profunda, por lo que la imagen que se forma es muy precisa. Observando a un insecto dirige a él ambos ojos consiguiendo de esta manera una visión en relieve correcta y avanza hacia la presa de manera lenta pero segura, gracias a que presenta los dedos de sus extremidades dirigidos unos hacia el lado externo y otros hacia el interno de las ramas, lo que le permite agarrarse a ellas. Una vez se ha acercado lo suficiente a la presa proyecta hacia ella, su lengua protráctil y pegajosa con la que fija a la presa y puede dirigirla hacia la boca. Otra adaptación a este género de vida es su fácil cambio de coloración, lo que le hace pasar desapercibido.
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