Opinión

Lo cotidiano con clase

Como un acto de elemental justicia en beneficio de los adultos mayores que han dedicado toda su vida útil a trabajar a favor de México, además de contar con una vasta experiencia y un sinfín de conocimientos, el Senado de la República dio entrada a una iniciativa para fomentar la contratación y desarrollo laboral de estas mexicanas y mexicanos.
En la iniciativa propuesta por un grupo de senadores panistas, se destaca: ninguna educación, a cualquier nivel, es capaz de otorgar los conocimientos y experiencias que acompañan a los adultos mayores y es necesario tener presente lo que han dado al país.
La intención es reformar las Leyes de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y la de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas ya que, acorde con proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), este grupo poblacional incrementará su peso a 17.5 por ciento del total de la población.
En 2010 habrá 9.9 millones de personas adultas mayores, 15 millones en 2020 y poco más de 22 millones en 203; observándose una evolución en la estructura de la sociedad media que pasó de 21.8 años en 1970 a casi 27 años en el 2000 y, para el 2030, México tendrá una edad media de 37 años y de casi 43 en las siguiente dos generaciones.
En la iniciativa presentada formalmente por Guillermo Tamborrel Suárez, presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables y turnada a las Comisiones Unidas de Comercio y Fomento Industrial y de Estudios Legislativos del Senado, se subraya que la esperanza de vida seguirá en aumento al pasar de 75.2 años hace apenas un lustro, a 76.6 en el 2010; 78.5 una década después y a 79.8 años en el 2030.
Puede uno estar o no de acuerdo con algunas decisiones y acciones legislativas que se dan en el Congreso de la Unión, como se ve y seguirá viéndose, sobre todo en materia impositiva, pero deben aplaudirse aquellas acciones encaminadas a beneficiar realmente a los grupos vulnerables.
Al reconocer los senadores el esfuerzo del gobierno federal en la implementación de mecanismos tendientes a estimular y fomentar la integración de las Personas Adultas Mayores al campo laboral en igualdad de condiciones, resaltaron que la inevitable inversión de la pirámide poblacional, los obliga a diseñar y poner en marcha “a la de ya”, medidas que contemplen inclusión y revalorización de estas personas en todos los ámbitos, especialmente en el campo laboral.
La otro parte que cerraría la pinza, es el trato preferencial que se daría a empresas que contraten o cuenten con personal con discapacidad y adultos mayores, mediante la ampliación de las posibilidades de ganar concursos para la adquisición de bienes o servicios por parte del gobierno federal.
Cuestionable o no, esto último, importa que los beneficios lleguen a los adultos mayores que hasta ahora, simplemente se niegan a resignarse, con tristeza, a sufrir la marginación de una sociedad y gobierno indiferentes que les niegan la oportunidad de seguir siendo útiles y, lo más grave, sin recursos económicos.

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