Dos buques de propiedad y operación de Petróleos Mexicanos, se vendieron recientemente para su desmantelamiento en las tristemente célebres playas de desguace de navíos en Pakistán y Bangladesh. El arribo al sur de Asia de estos buques obsoletos, conocidos como Sebastián y De Marz, se realizó sin notificación alguna y sin haber sido previamente limpiados de toneladas de materiales peligrosos con los que se construye cada embarcación, violando así el Convenio de BASILEA y las leyes mexicanas.
El año pasado, el Gobierno de México había afirmado al grupo de vigilancia del Convenio de Basilea: Red de Acción sobre el Convenio de Basilea (BAN), que exportar barcos mexicanos era ilegal y no sería permitido. BAN pide al nuevo Gobierno electo de México tomar de inmediato medidas correctivas para la repatriación de los dos barcos.
“México ha violado sus propias leyes y la Ley Internacional. De acuerdo con las obligaciones mexicanas en el marco del Convenio de Basilea, estos buques tóxicos deben ser devueltos inmediatamente. Los gobiernos de Bangladesh y Pakistán deberán ser informados del retiro de los barcos y bajo ninguna circunstancia deberán permitirles anclar en sus playas”, dijo Colby Self, de la Red de Acción sobre el Convenio de Basilea (BAN).
BAN, perteneciente a la ONG global Shipbreaking Platform, se puso en contacto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) a través de una carta en octubre del 2010 (1), alertando a los oficiales sobre los planes de Pemex de vender un número de buques obsoletos a extranjeros interesados en comprar desechos metálicos.
En ese momento, el Gobierno Mexicano respondió, afirmando que había intervenido para bloquear la venta de tres buques de Pemex y asignó restricciones a las ventas futuras de la paraestatal a fin de impedir la exportación ilegal de los buques.
BAN informó a SEMARNAT que este tipo de embarcaciones estaban prohibidas bajo el Convenio Internacional para prevenir la contaminación por buques (MARPOL 73/78) tanto por su configuración cisterna como por la edad del monocasco; por lo tanto, cualquier argumento sobre continuar su uso era seguramente falso. Sin embargo, los funcionarios mexicanos hicieron caso omiso de la advertencia de BAN y permitieron a los barcos partir hacia el supuesto reutilizamiento, sólo para navegar directamente a Pakistán y Bangladesh para el desguace el pasado mes.
El 30 de abril de 2012, de acuerdo con una misiva dirigida al Convenio de Basilea por parte de la autoridad mexicana competente (2), BAN fue informado de que si las naves pretendían entrar a astilleros extranjeros de desguace de buques, México podría calificar este tipo de acciones como «tráfico ilícito», bajo el Artículo 9 del Convenio de Basilea, ya que México no ha autorizado el desmantelamiento en astilleros extranjeros en los países del OCDE. Ahora, se ha confirmado que el tráfico ilegal ocurrió, sin embargo, México ha guardado silencio respecto a su compromiso de mantener el Convenio de Basilea así como a sus propias leyes.
Los barcos son sospechosos de contener altos niveles de bifenilos policlorados (PCBs), asbestos y otros desechos peligrosos, inherentes en su construcción. México ha implementado la Enmienda sobre la Prohibición del Convenio de Basilea en el derecho interno, con lo que sólo se permitirá exportar desechos peligrosos a los países de la OCDE, de la Unión Europea y Liechtenstein. Pakistán y Bangladesh no pertenecen a este grupo, por lo tanto, legalmente, no pueden recibir estos buques procedentes de México, a menos que fueran primero descontaminados y liberándolos de todos los materiales tóxicos.
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