Después de un largo debate político, la reforma energética está lista para ser el primer paso en la ruta de la reestructuración administrativa en el país. Es muy posible que la reforma no sea lo suficientemente profunda. Pero guste o no, es el inicio de muchas cosas, especialmente en lo político. Se quiera o no, la reforma energética es la legitimación de Felipe Calderón en la Presidencia de la República. Es la demostración de que la línea de choque, implementada por Andrés López a partir de los resultados electorales del 2006, ha naufragado finalmente. Es la ratificación de que la política es el establecimiento de los acuerdos. No se requiere de mucho para recordar que, en este debate, el país utilizó prácticamente un año. Que el tema de la privatización en PEMEX fue el instrumento mediante el cual la línea dura del perredismo buscó mantener la radicalización y fractura en el país.
Ahora, habrá que esperar que los cambios que faltan, que son muchos, puedan, por lo menos, pasar a formar parte de la agenda nacional, y en su momento, ser parte de los debates que tanto urgen a la República. Pero no habrá que perder de vista que, si bien es cierto que los ganadores pueden ser todos, es obvio que los mensajes internos en los partidos tienen un nivel de importancia que vale la pena tener presente. Así, en el PAN habrá sectores que sentirán, por fin, que algo se ha logrado. Después de muchos y muy serios descalabros políticos, el grupo de Germán Martínez con el trabajo de Gustavo Madero, tiene algo de que hablar. El diálogo con las oposiciones se convirtió en realidad, justo cuando hace dos meses mucho se temía que la reforma energética quedará en veremos. Los priístas podrán hablar de la fuerza que les reditúa la unidad.
Y en el PRD mucho tendrán que analizar lo sucedido para entender el tamaño de sus problemas. Si en el PAN la división cuesta, en el PRD la fractura se convirtió en todo un fracaso político. Andrés López apostó al todo o nada. Y ello condujo al perredismo a una enorme multa vía el IFE, que tendrá repercusiones claras al momento de las elecciones federales que se avecinan. Y el fracaso electoral en Guerrero es, apenas, la demostración del daño recibido por la violencia desatada en las calles. El PRD puede buscar salidas en los discursos, pero, es obvio que, a final de cuentas, es el partido que más facturas habrá de pagar en todo este asunto. Y que Andrés López es el problema que deben resolver…
Y mientras tanto, los festejos por el avance en el diálogo se quieren convertir en triunfos ante la sociedad, el gobierno pasa al tema de la seguridad con proyectos nuevos y nombramientos que, en la realidad, lo que hacen es simplemente demostrar que, en este campo, no hay una definición clara. Ante el fracaso evidente de la estrategia aplicada y ante la ausencia de resultados tangibles, se crea una coordinación más y se coloca un cuadro que, a querer o no, simplemente tendrá problemas con los funcionarios que iniciaron el sexenio. En lo que se refiere a la seguridad, falta mucho por hacer. Y el problema radica en que las decisiones se toman con mucha lentitud y sin llegar al fondo del reto… Pero esto, simplemente, se suma al problema financiero. Se puede hablar de lo que se quiera, pero es obvio que el gobierno sufrió el golpe que nace de la devaluación del peso y que por más esfuerzos que se hacen por desconocer el hecho, ha sido muy importante. Además, queda el golpe derivado de la drástica reducción de las remesas y por si fuera poco, el aviso muy claro de que el, año próximo, el crecimiento será en el mejor de los casos, algo simbólico, Así, PEMEX habrá ganado algo, pero no se trata más que del primer paso. Queda en el tintero la mayor parte de los temas. Y se quiera o no, el resto se contamina a partir de ahora, con el proceso electoral federal del año próximo. El gobierno dejó correr mucho tiempo, fracasó en la operación política, abrió frentes innecesarios y ahora se pagan las consecuencias… Y para que se vea que los problemas están ahí, bastaría con ver el sector educativo. La confrontación entre Elba Esther Gordillo y Josefina Vázquez Mota es real. Y no puede pensarse que Los Pinos es ajeno a la situación. Calderón ha perdido, se quiera reconocer o no, un aliado, lo que falta por determinar es saber si ha ganado un enemigo. Por lo pronto, el reto magisterial afecta a Los Pinos y a la dirigente del SNTE. Y la fractura en las líneas de la maestra es ya, incuestionable. Habrá que esperar poco para saber si hay remedio o todo termina en un colapso para la otrora poderosa pareja política.
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