Todos sabemos que por estas fechas nuestros bolsillos empiezan con problemas de escasez debido a la cantidad de conciertos que se acumulan; algunos prevenidos guardan sus ahorros para festejar musicalmente de aquí a que acabe el año, aunque seguramente la mayoría andamos corriendo tras los boletos más económicos para poder ir a todos los conciertos posibles.
Lo que nunca he entendido es la lógica económica detrás del hecho de juntar tanto los conciertos que tengas que escoger uno entre varios eventos, y es que no sólo es por el dinero, también el tiempo es un asunto importante a contemplar, ya sea que se junten dos eventos el mismo día o que te animes a tener la semana más divertida y más agotadora de la historia con tres conciertos seguidos (como un Vive Latino entre semana).
Esto me acaba de pasar, yo tuve un gran inicio de temporada: el domingo 4 estuve en el Foro Sol para el concierto de Depeche Mode… un concierto que nos dejó sin aliento a varios, dudo encontrar entre los asistentes expectativas no superadas, excepto en cuestión de tiempo pues el concierto duró solamente hora y media (poco cuando tienen una trayectoria mayor a treinta años).
El set-list fue excelente aprovecharon el último disco, Sounds of the Universe, sin abusar de éste nos dieron gusto a los viejos fans que íbamos por discos no tan nuevos como el Violator, Ultra o el Music for the Masses; el cierre con “Waiting for the Night” me pareció sencillamente perfecto, todo esto combinado con un gran juego de luces bajo el benevolente clima hicieron de la noche un evento inolvidable.
Dos días después me encontraba exhausta y en un nuevo evento: Moby, en el Salón Vive Cuervo, que como buen sitio “fresa” tiene ventajas y desventajas, una de las grandes ventajas es que estés donde estés tienes muy buena vista, la banda se carga una vibra más relajada y las cervezas están bien frías…
En cuanto a la música, debo reconocer me encontraba un poco preocupada, a pesar de que me gustó mucho el último disco, no puedo dejar de percibirlo como depresivo y pues si Moby se enfocaba sólo en éste nos podía bajonear a todos; la realidad fue todo lo contrario, Moby tocó los viejos éxitos, e hizo algunos arreglos para el nuevo disco, además de la excelente vocalista que lo acompaña a todas las giras, de tal modo que nos trajo brincando la hora y media que también duró.
En fin, un gran inicio de largas noches musicales, que esperemos continúe…
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