El sexenio del Presidente Felipe Calderón agoniza. En medio de lamentos. Lamenta que no se hayan reconocido los logros de su administración. Destaca salud y la magnitud de nuevas instalaciones y mayor cobertura de atención. En el ámbito de comunicaciones lamenta lo mismo, falta de conocimiento y aprecio de la red nacional carretera. En materia hacendaria y macroeconomía pregona el mismo lamento. No hay las crisis que hubo con gobiernos priistas y no se reconoce.
Destacó su decisión sexenal, dicen que obsesiva y él lo niega, de su famosa declaración de “guerra al crimen organizado” y las bandas del narco. Pretendió dar “golpe de timón”. Sacó las Fuerzas Armadas de los cuarteles. Al Ejército y a la Marina los mandó a combatir en las calles y en las montañas, contra las bandas del crimen. Los cuerpos de investigación, de alta estrategia, llamado “de inteligencia”, no operaban con actualización. Irresponsabilidad de la alta jerarquía militar y marina. Hoy, al final de su gobierno, se registran los crímenes masivos más cruentos y medio país bajo el terror.
Planteó un programa de alta capacidad policiaca, de policía única. Resultó un fiasco. Debe rendir cuentas Genaro García Luna, secretario de Seguridad. Y lo mimo debe cumplir el secretario de la Defensa y el titular de Marina. Termina el sexenio con tomas armada de parte de pueblos o ciudades por el narco. Más 60 mil personas asesinadas. Policías se balearon en el Aeropuerto de la Ciudad de México. Matándose. Emboscaron a una comitiva de Estados Unidos y tiraron a matarlos. El Presidente Calderón lamentó, ante el embajador, el suceso. El periódico Le Monde dedicó parte de su editorial a recriminar la terrible y sangrienta vida en México. Lamentando termina. Es el gobierno del fracaso en comunicación e imagen institucional. Estuvo Maximiliano Cortázar. Jamás atendió y no entabló comunicación con medios alternativos. Limitado y excluyente. Sólo con corporativos vivió. Nombró a Alejandra Sota. Más de lo mismo. Inventó un sistema tecnológico. Olvidó la interrelación personal periodística. El Mandatario pudo tener menos lamentos.
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