La Biblia es un gran libro, una obra monumental que usted debe conocer. Si dedicáramos toda la vida a conocerla, apenas conoceríamos una pequeña parte de ella. Es un libro difícil y más si no lo estudiamos seriamente. Si deseamos verdaderamente conocer a Dios, debemos leer la Biblia. La Biblia está dividida en dos partes, El Antiguo Testamento, que es la historia pormenorizada de una nación singular, el pueblo judío.
La segunda parte de la Biblia se denomina El Nuevo Testamento y es la historia de un hombre, desde su nacimiento, hasta su muerte, resurrección y ascensión.
Ese hombre de quien trata el Nuevo Testamento, decimos sin rubor alguno que es la persona más grande que ha pisado esta tierra y se llama Jesús de Nazareth.
Es hermosa la historia de Jesús de Nazareth, toda la Biblia gira alrededor de él, por ejemplo, la historia del pueblo judío es la narración del escenario preparado por Dios para traer al mundo ese hombre singular que es su Hijo.
Los tiempos antiguos fueron preparados para que en el cumplimiento del tiempo, Dios enviara a su Hijo, el Redentor del mundo. Jesús que así fue su nombre dado por el anunciador a su madre María, vivió como cualquier mortal en la tierra, pero su vida es algo maravilloso. Es el hombre más amable que el mundo haya conocido. Era tierno, amoroso, no toleraba ver sufrir a nadie, siempre perdonó y ayudó a todos los que vinieron a Él. Los evangelios que son los relatos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan narran parte de su infancia, sus palabras, sus milagros y los hechos trascendentes de su ministerio.
El fue no obstante su bondad llevado a un juicio ilegal y preparado no para juzgarlo, sino para matarlo. Usted lea esa parte de los evangelios y podrá apreciar lo injusto de su condena, con todo murió en la cruz en una colina llamada de la Calavera y que hoy se identifica como el Monte Calvario, pero esa muerte ha sido poderosa para quitar el pecado de toda la humanidad tanto de su tiempo, como de este tiempo y del futuro. Por supuesto que su muerte fue real, tan real como la de nuestros seres queridos, pero Él no está muerto. Él está vivo y no es un personaje del pasado, es tan vigente ahora como usted y yo. Esta es la razón por la que le comparto un ideal, conozcamos la Biblia para conocer a Dios. Dios es Jesús encarnado.
Ahora después de todo esto, usted deberá hacer la decisión más importante de todas cuantas haga en su vida. Usted deberá decidir en su corazón, si quiere conocerle, si quiere conocer a Jesús el Cristo. De esta decisión dependerá toda su vida presente y futura.
Creo que el más grande privilegio del hombre es conocer a Cristo, podemos conocerlo por medio de la Biblia. Después de más de 57 años de conocerlo, me pregunto ¿existirá algo más grande que Cristo, en esta vida o en la futura? Me respondo, sintiendo un recorrer de estremecimiento en mi alma, ¡nada, nada hay más grande que Cristo!
Lo invito a que lea esa Biblia que usted tiene en casa, hágalo ahora, hágalo pronto.
Aarón Cortés Hernández es Pastor General de la
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.org
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.org
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