Ante la importancia de que los bosques sean de propiedad social y que dicho porcentaje llegue al 80% de su territorio hacen necesario un trabajo con sus comunidades y ante la ejemplar labor que desempeñan hizo que este año la mayoría de las categorías de dicho galardón sea para estos grupos de personas organizadas.
Entre los casos de este año, se cuenta con el ejido Coatepec, se hicieron merecedores al galardón por la conservación de arboles con aprovechamiento de 2 mil metros cúbicos de aprovechamiento sustentable y se elaboran brechas corta fuegos para la prevención de siniestros.
Entre algunos de los galardonados se cuenta con el ejido Barranca del Calabozo, Tlan Makán Agropecuaria, ejido San Juan Zitácuaro, Coatepec Harinas, Consejo Mexicano para la Silvicultura y la señora Francisca Olmos Martínez como parte de la categoría de mujeres forestales, entre otros, que son de los estados de México, DF, Campeche, Michoacán, Jalisco y Puebla.
Este reconocimiento se ha llevado a cabo en los últimos 33 años, siendo su primera entrega en 1979, y que a lo largo de los años ha sido otorgado a 40 ejidos y comunidades, más de 30 investigadores, 30 industrias y pequeñas empresas forestales y 181 reconocimientos a docentes, medios de comunicación, universidades, artistas, organizaciones civiles y diversas dependencias oficiales.
Jesús Manuel Aldrerete, representante del consorcio corporativo de productores y exportadores en forestería, dijo que éste es conformado por más de 2 mil productores de chicles en Campeche y Quintana Roo que conformaron una empresa que brinda servicios en 46 comunidades con trabajos de asistencia técnica y desarrollo ordenado del chicle.
Aunado a que trabajan en un millón 300 mil hectáreas que atraviesan por Calakmul, y han logrado exportaciones en la Unión Europea (UE) además de estar incursionando en el mercado de Israel como producto orgánico.
Los presentes acordaron que un elemento principal en la conservación son los cuidadores de los bosques; es decir, sus comunidades rurales y que en este año se les reconoció con este premio que en su mayoría se dirigió a comunidades y ejidos que trabajan al respecto.
Dijo que por vocación en esta zona del país se tiene la perspectiva forestal que ha dado la posibilidad de apropiarse de los proyectos productivos, sin olvidar o dejar de lado los retos de la zona como es vencer la vieja burocracia campesina que tenían visión corporativa. Ya que la tentación política que agrede la forestal comunitaria siempre está presente, pero con esfuerzos comunitarios en sólo este año se han recuperado 3 mil hectáreas.
Destaca el caso de la señora Francisca Olmos, de San Miguel Topilejo, DF, dijo que en su caso son 15 mujeres que hacen trabajos de brechas, podas, quemas controladas y que dicha organización surgió para que las mujeres tuvieran una alternativa de conservación.
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