La empresa internacional Monsanto pretende sembrar maíz genéticamente modificado en el estado de Sinaloa, semilla de la cual no existen evidencias contundentes de que sea seguro para la salud de los consumidores, afirmó Greenpeace México, organismo que se declaró en alerta máxima, para evitar que se concreten tales pretensiones. Aleira Lara, responsable del área de Agricultura Sustentable y Transgénicos de esa instancia, sostuvo que Monsanto ha causado la contaminación genética de diversos cultivos convencionales, nativos y orgánicos en varias partes del mundo, incluido México.
“A pesar de este negro historial, hace unos días solicitó, ante la Secretaría de Agricultura, autorización para sembrar comercialmente variedades transgénicas de maíz en 700 mil hectáreas de Sinaloa. Es decir, esta empresa pretende sembrar semillas genéticamente modificadas en toda la superficie cultivable con sistemas de riego de este estado”. Recordó que Sinaloa es conocido como el granero de México ya que ahí se produce la mayoría del maíz que usamos para preparar tortillas, tamales o atoles, entre otros platillos que son base de nuestra alimentación.
La siembra comercial de maíces genéticamente modificados pone en riesgo a las variedades mexicanas, ya que los genes de resistencia a herbicidas y los que producen sustancias insecticidas de estos granos van a transferirse y contaminar a nuestro maíz. Por si fuera poco, no existe evidencia contundente de que el consumo de este tipo de cultivos sea seguro para la salud. Se pronunció por actuar con rapidez y exigirle al presidente Felipe Calderón que no autorice la petición de Monsanto de efectuar la siembra comercial de cultivos transgénicos. “Alcemos la voz para proteger nuestro maíz de la codicia de las corporaciones agrobiotecnológica”, insistió.
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