Diversas asociaciones de transportistas del DF continúan con su solicitud al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera de que se aumente en 2 pesos la tarifa del transporte público de la capital, ello basados en que existe un rezago de 30.8 % con el resto del las ciudades capitales del país.
En conferencia de prensa se informó que mientras en las 31 capitales estatales en la República Mexicana se cobra un promedio de 6.54 pesos la tarifa del transporte público concesionado de pasajeros, la del Distrito Federal, con valor de 3 pesos es la más castigada de todas, al costar 118 por ciento menos que el resto y es 150 por ciento menor a la de los estados ubicados en el área geográfica “A”.
Las cifras dadas a conocer esta mañana por los Transportistas Unidos del Distrito Federal (TUDF), organización que agrupa a las principales cúpulas de concesionarios, revelan que la tarifa de la capital del país es la más baja, incluso, entre las capitales de los estados identificados con el salario mínimo más bajo o zona “C”, en la división realizada hasta el pasado 26 de noviembre por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, como son Querétaro, Colima, Durango, San Luis Potosí, Sinaloa, Hidalgo, Tabasco y Morelos, donde el costo promedio más bajo es de 6.50 pesos.
“Tenemos una responsabilidad con nuestra fuente de trabajo y una deuda con nuestro púbico usuario, que son casi el 80 por ciento de los pasajes-persona diarios en esta gran ciudad. Pero también necesitamos la comprensión de nuestros usuarios y del Gobierno del Distrito Federal”, indicó, Jesús Padilla Zenteno, dirigente de la agrupación Movilidad de Vanguardia (Grupo Mova).
Padilla Zenteno expuso que en cada uno de los gasolinazos iniciados en enero de 2010, la empresa Copesa de la que forma parte del Consejo de Administración, con un parque vehicular de 170 unidades, sufre un incremento en el precio del diesel de casi 40 mil pesos (39,780 para ser más exactos), lo que sólo en gasolina al año tiene un aumento cercano a los 480 mil pesos, mientras que el costo del pasaje ninguno.
Para ejemplificar, dijo que no sólo el alza de los combustibles, sino también las tazas de interés para la compra de las unidades, los gastos fiscales y de seguridad social de los trabajadores y el resto de los insumos tienen a las empresas en una situación difícil, compleja, tal es el caso de Copesa con un pasivo de 30 millones de pesos.
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