Por: José Manuel López Castro,
Luis E. Velasco Yépez
Indiscutiblemente que elevar el consumo de vino nacional es una gran medida que vendrá a revitalizar el agro nacional, en esta rama productiva. La tarea no es fácil. Los mexicanos, salvo en ciertos círculos sociales, no acostumbran tomar vino de mesa; tequila y otras bebidas embriagantes es algo común. Incluso, la otrora menos preciada cerveza, tiene un alto impacto entre las clases medidas y populares. Sin embargo, el vino de mesa, además de sabroso es digestivo y ayuda a contrarrestar los efectos de ciertos platillos mexicanos. Por ello, en coordinación con la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), la industria vitivinícola impulsará este año, una campaña nacional para aumentar la preferencia del vino mexicano y conocer las ventajas a la salud de su consumo moderado, con el fin de mantener la tendencia al alza en las ventas del producto en el mercado nacional. Se busca que el consumidor mexicano conozca las múltiples maneras que tiene de acompañar al vino con la diversidad que ofrece la gastronomía nacional, dijo el presidente de Promoción del Consejo Mexicano Vitivinícola, Ramón Vélez, quien informó que la difusión permanente que mantienen en torno al vino mexicano ha contribuido al crecimiento en el consumo de esta bebida. Dijo que la calidad y sabor de la producción vitivinícola nacional cuenta con reconocimiento internacional y actualmente esta industria exporta vinos mexicanos a 30 países.
TULA GENERA MÁS DE 100 MILLONES DE TONELADAS DE CONTAMINANTES. La Zona Metropolitana de la Ciudad de México es una olla llena de polución, debido a las grandes cantidades de emisiones contaminantes industriales en el DF, 59 municipios del Estado de México y 29 de Hidalgo. Para que tenga una idea clara de lo que pasa, le comentaremos que al Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes, el municipio de Tula de Allende emite más de 100 millones de toneladas de contaminantes industriales. Imagine usted lo que genera el Distrito Federal y municipios mexiquenses. Por lo tanto, es difícil que realmente se tengan días realmente bajos en polución. Port lo tanto, resulta lógico que dado los altos índices de contaminación que se registraron el 1 de enero pasado, la ciudad de México inició el 2013 con una precontingencia ambiental de 24 horas. Resulta a las 10 horas de iniciado el nuevo año, el noreste registraba 158 IMECAS (índice metropolitano de calidad del aire) de PM10 (partículas menores a 10 micrómetros) por lo que la Comisión Ambiental Metropolitana activó la precontingencia. Para las 12 horas, se tenían 160 puntos y para las 19 horas, se llegó a los 170. Sin embargo, gracias viento que se tuvo durante la noche, la contaminación disminuyó. De tal suerte que a las 10 horas del 2 de enero, se contaban con 77 IMECAS, ante esta situación se suspendió la precontingencia.
DESASTRES NATURALES COSTARON 160,000 MDD. Los costos económicos de los desastres naturales que azotaron a diversas partes del mundo durante el año pasado, ascendió a 160 mil millones de dólares, según la aseguradora alemana Munich Re AG, lo cual representa una cifra muy baja si se toma en cuenta en 2011, tuvo un valor de 400 mil millones de dólares. Señala que durante 2012, el percance más importante fue el ciclón Sandy que golpeó a Estados Unidos, donde causó pérdidas superiores a los 50 mil millones de dólares. Detalla que las aseguradoras sólo tenían contratado una pequeña cobertura de los daños, por lo que solamente desembolsarán 25,000 millones de dólares. El segundo suceso más costado fueron los sismos del norte de Italia que dejaron pérdidas por 16 mil millones de dólares y las dramáticas inundaciones chinas que dejaron pérdidas valuadas en 8 mil millones de dólares.
PÉRDIDAS EN MÉXICO POR MÁS DE $21MIL MILLONES. Las precipitaciones, huracanes e inundaciones dejan pérdidas económicas por 21,360 millones de pesos por año, en la última década pasada, según el documento Adaptación al Cambio Climático en México: visión, elementos y criterios para la toma de decisiones, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. También se detalla que de 1970 al 2009 el Golfo de México y el mar Caribe han sido afectados por 264 ciclones tropicales y el Pacífico por 549. También nos recuerda que Emily, Stan y Wilma dejaron pérdidas superiores a los 4,600 millones de dólares, cada uno de ellos. Sin embargo, no nos dice el costo de las sequías que azotan a la mayor parte del país, desde octubre de 2010 a diciembre de 2012. Sin duda alguna es que mucho más que los costos por inundaciones. r
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