Mientras miles de familias se despertaban de las fiestas de fin de año, la Naturaleza hizo de las suyas y, por primera vez en varios años, mostró un cielo contaminado que obligó a las autoridades ambientales a decretar una precontingencia.
El Año Nuevo, tradicional día carente de automóviles y tráfico pesado, se significó, esta vez, por un alto nivel de contaminación, sobre todo en el noreste del Valle de México, una de las regiones más pobladas de la comarca.
Coacalco y las Delegaciones capitalinas de Azcapotzalco y Venustiano Carranza fueron las que más resintieron los embates de esas primeras horas del nuevo año.
El Sistema de Monitoreo Atmosférico (Simat) reportó arriba de 100 puntos para el noreste en el Indice Metropolitano de Calidad del Aire (Imeca), valores que se mantuvieron para el siguiente día.
Otras regiones con mala calidad del aire fueron Tultitlán, Tlanepantla y Ecatepec, que registraron índices Imeca arriba de 50 y menores a los 80.
Sólo el suroeste y sureste del Valle de México se mantuvieron limpios los dos primeros días del año, según los reportes del Simat.
La situación se volvió más crítica por las bajas temperaturas que se resintieron por las mañanas y que ubicaron al termómetro en torno a los 5 grados centígrados.
La precontingencia se levantó la mañana del martes pasado, pero se mantuvo vigente la prohibición de actividades al aire libre para personas muy sensibles a la contaminación.
La leyenda popular de “Las cabañuelas” indica que cada día del mes de enero corresponde a un mes del año en curso, por eso los cambios permanentes de clima durante todo este primer mes del año.
De acuerdo a estos pronósticos, las bajas temperaturas y la ausencia de vientos podrían reactivar la contaminación en el Valle de México.
Máxime cuando los reportes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevén bajas temperaturas para los siguientes días y la caída de agua nieve en las regiones altas de la región.
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