La noche del pasado sábado 10 mientras millones de mexicanos disfrutaban el triunfo de la Selección Mexicana ante El Salvador y conseguía su boleto para el Mundial Sudáfrica 2010, la Policía Federal tomó las instalaciones del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Nadie se dio cuenta. Ni los mismos electricistas de la medida tomada por el Presidente Calderón. Otros mandatarios lo habían intentado, pero no quisieron o pudieron llevar a cabo esta acción.
Al día siguiente, domingo, fue día familiar. No pasó mayor cosa, aunque sí el SME inició los primeras manifestaciones, tras la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) sobre la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LyFC).
LyFC es una de las dos paraestatales encargadas de generar el fluido eléctrico en el país. Nació de la fusión de empresas similares que existían al principio del siglo pasado y se afianzó con la nacionalización de la energía eléctrica, en 1962.
El SME, por lo mismo, es de los sindicatos más añejos del país, al mismo tiempo que combativo y antigubernamental que unió fuerzas con la naciente Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que comanda el diputado Francisco Hernández Juárez, líder de los telefonistas desde hace tres décadas.
Entre lunes y martes comienzan a llegar adhesiones al SME, después que Manuel Andrés López Obrador encabeza una manifestación en las afueras de San Lázaro.
Estos grupos adherentes al SME están conformados, además de los núcleos de la UNT, por organizaciones estudiantiles, universitarias, sociales y, sobre todo, políticas. Sobresalen la CNTE, Secciones 9 y 11 del SNTE, maestros del Politécnico, estudiantes del CCH y Colegio de Bachilleres.
En los últimos meses, Cruz López Aguilar, dirigente de la CNC, firmó convenio de apoyo mutuo con el SME.
El jueves inició, en medio de graves anomalías, el pago de finiquito a electricistas que aceptaron la liquidación que, en promedio, es de 2.5 años más algunos otros beneficios que otorgó el gobierno federal. La suma es de 20 mil millones de pesos para tal finiquito.
Ese mismo día, una magna manifestación recorrió el centro capitalino para rechazar la medida gubernamental. Se manejaron otras versiones diferentes a las oficiales sobre la causa de esta liquidación, así como aumentaron los apagones en el DF, Hidalgo y Edomex, junto con Morelos donde operaba el SME, como es el señalamiento de uso de fibra óptica para el triple play de empresas de comunicaciones. La secretaría de Gobernación anunció que abre la puerta al diálogo, ¿qué pasará?
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