Ante la pobreza extrema existente en diversas regiones del Estado de México y el impulso de la interrelación de los alumnos universitarios con la realidad nacional, es que se lleva a cabo la construcción de 120 casas para pobladores de las comunidades de Agua de Trébol y Las Paredes, en el municipio de Texcatitlán, Edomex, además de fomentar una cooperativa de emprendimiento social para el cultivo del hongo tipo champiñón ostra.
Este trabajo es implementado por alumnos de Ingeniería en Desarrollo Sustentable del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe, quienes en principio tenían la intensión de auxiliar en la edificación de 30 viviendas para familias que estaban en condiciones precarias, y ante la realidad existe dicho proyecto se amplió en gran forma.
Carolina López Suero, Directora de Ingeniería en Desarrollo Sustentable del ITESM Santa Fe, en entrevista con Mi Ambiente, indicó que este proyecto abarca diversos aspectos de sostenibilidad como es la implementación de diversos ecotecnias con paneles solares, captación de agua de lluvia, cisterna de ferrocemento, estufas ecológicas.
Esto derivado del acercamiento del alumnado con autoridades de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y del Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt), de ahí se consiguió apoyos para 120 familias en este municipio y en estos días ya se tienen 30 casas establecidas pero están en procesos de equipamiento se tiene un modelo de trabajo compartido en donde las comunidades también ponen mano de obra y se tienen procesos de trabajo comunitario y por fin se haga cohesión social para su desarrollo.
Dijo que “se empezó con la implementación de paneles solares para que contaran con electricidad con Sedesol y el Conacyt; sin embargo estas comunidades padecen muchos problemas debido a su pobreza se aprobó ampliar los trabajar y tras un año se tienen diversos avances esperando seguir colaborando en este 2013, basados en no tener visión asistencialista y ejemplo es la cooperativa de cultivos de hongos”.
Aunado a estas actividades, los estudiantes desarrollarán proyectos productivos con el apoyo de Fondo Canadá, para enseñar a las familias de la comunidad a cultivar hongo tipo champiñón ostra, el cual además de ser rico en proteínas tiene un alto valor comercial que oscila entre los 50 y 100 pesos mexicanos por kilo.
La profesora dijo que este tipo de proyectos es muy enriquecedor al tener contacto directo con las comunidades ya que no son proyectos inventados sólo para pasar una materia sino que es colaborar en planes llevados en los entornos sociales que hacen que los profesionistas deben lidiar como es confluir con los intereses de la gente y los aspectos culturales que persisten en muchas comunidades y se sepa de todos los problemas que existen en México y que se entienda que las soluciones son parte de un trabajo generalizado.
Esperando que el legado de este proyecto sea tener comunidades sustentables y los jóvenes aprecien que si tienen oportunidades de desarrollo y no se migre por falta de desarrollo y no se tengan problemas familiares y este proyecto es una prueba de que las universidades deben ser laboratorios de la realidad para que alumno entienda todo aquello que le rodea afuera de sus aulas y todos obtengan conocimientos para un mejor país.
“Lo importante es que las personas no sólo tengan la comida asegurada, sino que cuenten con una fuente de ingresos mediante una actividad que se puede realizar en la comunidad”, comentó Jordi Cueto, estudiante que participa en el proyecto.
Comentarios Cerrados