Ante la necesidad que los sistemas agrícolas sean ejemplo de eficiencia en uso del agua -ya que en la actualidad utilizan el 77% del líquido dulce de México-, se requiere un cambio de usos de agua en los sembradíos nacionales, situación que puede ser remediada con los sistemas innovadores en tecnificación del campo mexicano.
En Europa, el agua destinada a la agricultura no supera el 32% del total que utiliza el Continente, mientras que términos generales en América es del 71%, siendo África el peor en el mundo en eficiencia de agua en campo con un gasto del 86%.
En México, también se presenta la discordancia de que en el norte del territorio donde menos agua se tiene se usa más por cuestiones agrícolas e industriales y en donde se ubica el 40% de la población se padece de grave escasez y que otro 40% de la población mexicana enfrenta stress hídrico de mediana categoría.
Al respecto, en un debate efectuado en el Instituto Global para la Sostenibilidad (IGS) del Tecnológico de Monterrey, Carlos A. López, investigador del IGS, comentó que el tratamiento inadecuado del uso del agua, visto desde el ámbito económico, se puede explicar por dos factores: uso generalizado de tecnologías de riego poco eficientes y una política sistemática de subvaloración económica de los recursos naturales, como sucede con el subsidio al agua de irrigación y de la electricidad en bombas de agua en el campo.
En México, se estima que se extraen del subsuelo unos 80 kilómetros cúbicos de agua al año y que de saber usar tecnologías innovadoras disponibles ya en el mercado en los sistemas actuales de riego se podrían tener ahorros en riego en un 93%, en inundación en un 60%, en aspersor en un 75% y en goteo del 95%; situación que no se aplica pese a estos ahorros que se han demostrado en diversas pruebas de campo, dijo.
Algunos ejemplos de tecnificación de los sistemas agrícolas mexicanos que se aplican de forma somera es el riego por gravedad, sustitución del riego tradicional por el de alta presión, revestimiento de canales y evitar pérdidas de agua en sus traslados, regaderas interparcelarias, eficiencia de equipos de operación en distritos de riego, que son mínimamente usados.
Isabel Studer, directora fundadora del IGS del ITESM CCM, en entrevista con Mi Ambiente, dijo que no se están siendo eficientes en aprovechar el agua en la agricultura y este tema es muy complejo porque se deben modificar diversas leyes, pero esto permitiría la introducción de cambios en costos del agua como de nuevas tecnologías.
“Estamos en contexto de panorama de escasez del agua que tiene implicaciones de afectar la producción alimentaria y es un atraso de décadas que se agrava en demasía por el Cambio Climático, esto debe llevarnos a una reflexión más profunda al depender de importar alimentos al no ser eficientes en la producción agrícola que tiene como factor esencial el mal uso de agua”.
Añadió que el gobierno nunca tendrá presupuesto suficiente para tecnificar todo el campo, pero sí puede estructurar políticas con incentivos correctos para que los megaproductores y no sólo el campesinado individual pueda invertir en infraestructura agrícola y su tecnificación y den la pauta de cambio del modelo actual, en donde la banca de desarrollo cree el ambiente acorde a tener transiciones de innovación tecnológica y si no es fácil se debe empezar de inmediato.
Por su parte, Luis Rendón Pimentel, gerente de Distritos de Riego de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), indicó que es necesario buscar la eficiencia del agua en campo con innovaciones que lo tecnifiquen, pero que, en principio, se deben sobrepasarse diversos aspectos que frenan a la agricultura nacional como es que los distritos de riego históricamente no fueron vistos como modelos de eficiencia en uso de agua ya que su gran ampliación fue con base a proyectos políticos y esto frena el poder eliminar los subsidios al agua.
Ejemplificó que en pequeñas regiones del país se han desarrollado esquemas de eficiencia tecnológica en campo con grandes avances como es en Aguascalientes, donde se tecnificaron varios miles de hectáreas, cuyo costo fue de 200 mil pesos por hectárea; sin embargo, esto parece muy alejado de la realidad nacional en donde la tierra de riego supera los 3 millones de hectáreas.
IP Y APOYOS A SECTORES RURALES CON TECNOLOGIAS DEL AGUA
En entrevista con Mi Ambiente, Diego Casas, director de Capital Humano de Rotoplas, dijo que es esencial la conciencia de proteger el agua y en relación a como la empresa privada (en este caso Rotoplas) coadyuva en este tema expuso que es por medio de varias iniciativas sociales que permiten que comunidades rurales de bajos recursos tengan acceso a su proyecto Baño Digno y que algunos de sus productos de almacenamiento de agua puedan ser utilizadas para sistemas de riego.
Así también, implementar fosas sépticas autolimpiables y biodigestores usado en poblados rurales sin drenaje; acciones que suman 140 mil casos instalados en Jalisco, Guerrero, Puebla, Morelos, Chihuahua, Chiapas y Oaxaca. Además que se busca seguir fomentando alternativas en los 400 municipios inscritos en la cruzada nacional contra el hambre.
Desde 2005 se decidió ubicar a la empresa en el sector agua, no tanto de la construcción y del plástico, si bien son muy usados en dicho ámbito se decidió dicho mercado, ya que todos los productos del sector van para preservarla y darle un adecuado saneamiento, buscando que la gente tenga más y mejor agua, dijo.
Para mayor información: www.miambiente.com.mx
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