- Pierde Venezuela, la gobernará un pájaro imaginario
- Colofón: “Ojo vigilante” en Coacalco
- De refilón: La epístola del arzobispo de Tlalnepantla… Qué cosa!!
- La del estribo: El cazador del paraguas
Pierde Venezuela, la gobernará un pájaro imaginario.- La de ayer es una de esas jornadas donde quien pierde es el pueblo. Para el hacedor de las irreverencias sotaneras, en Venezuela, la iglesia chavista no impuso a un papa, sino a un mesiánico sujeto abducido por los delirios del poder de quien hoy, tras su fallecimiento, resucitó en un pajarico azul que en el leguaje jilguerillo le dijo a Nicolás Maduro: “hoy arranca la batalla. Vayan a la vitoria que tienen mi bendición”… No me jodan…
“De repente entró un pajarito, chiquitico… y me dio tres vueltas acá arriba. Se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito. Me lo quedé viendo y también le silbé, pues. El pajarito me vio raro, ¿no? Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue. Yo sentí el espíritu de él, ¡de mi comandante Hugo Chávez!”… ¿Qué pedo? –Se interroga atónito el guardián del silo informativo-.
Pero los venezolanos eligieron… Bueno, el sufragio de la inopia se impuso y las últimas palabras de un Chávez en agonía (“Mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total es que si muero y se convoca a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro”) calaron en la miseria mental de la mitad de los electores. “Soy el hijo de Hugo Chávez”, pregonó Maduro ¿Bueno, y…? El desliz político de Hugo Chávez para engendrar a su bastardo hijo no tendría por qué afectar a una nación. Chávez –que al final era divertido y bufónico- mantuvo a Venezuela en una utopía que acompañó cerrándole los ojos con el vendaje de la opresión de los medios de comunicación y timando a la opinión pública, pero sabía lo que hacía. Maduro se ha parado en el maguey de la nopalera, seguro se va a espinar…
Colofón: “Ojo vigilante” en Coacalco
Mientras paladea unos deliciosos tacos gobernador, con su tradicional queso bajacaliforniano, sus pimientos y unos fresquísimos camarones, el Tantra de las irreverencias editoriales cavila sobre “el ojo vigilante” de Coacalco. ¿¡Qué demontres es eso!? –Se cuestiona el amanuense- ¿Una terapia exorcista?… Lo axiomático de la denominación es que se trata de un programa emprendido por don David Sánchez Isidoro a través del cual reactiva la central de emergencias y rehabilita 38 cámaras de vigilancia ubicadas estratégicamente en la comarca lechera.
El “Eye of tiger” municipal, va acompañado de la instalación de alarmas vecinales y de una reingeniería a la estructura orgánica y de recursos humanos en los sistemas de vigilancia; o sea, el personal de seguridad, los cuicos, o responden a la ciudadanía, o a silbar pinole a otro lado… La mirada esta en todos lados. Y habría que darle crédito al alcalde Sánchez Isidoro cuando dice que su compromiso es con la legalidad y que el gobierno a su cargo será guardián permanente y escrupuloso de la correcta aplicación de la Ley y es que si la gente exige algo ¡es vigilancia! ¿No se entiende? El programa es una buena alternativa contra la inseguridad y aunque habrá que esperar resultados, quien camina lo logra. Chido por el edil.
Por cierto, existen municipios a lo ancho y largo del territorio mexiquense que funcionan bajo el andar de la marea. Los que sus presidentes tapan hoyos y bachean, los que siguen exactamente igual que en la época de la Colonia, los que se inventan cosas para quedar bien con el gobierno en turno y los que innovan para ayudar y transformar para bien. A ver alcaldes ¿En qué rubro se colocan?… Ora, ora, tranquilos. Primero échenle una mirada a sus acciones y después señalen. El Sótano Uno con gusto lo comenta y felicita, pero que valga la pena ¿eh?, nada de obras de postín y pa´ la foto.
De refilón: La epístola del arzobispo de Tlalnepantla… Qué cosa!!
En su epístola dominical, el arzobispo de Tlalnepantla, Carlos Aguilar Retes, hizo un llamado a los gobiernos federal y estatal para darle “fin al invierno demográfico que vive México” e impulsar políticas en favor de la familia; entre ellas, sugirió el prelado éste, otorgar bonos a los matrimonios que tengan muchos hijos, partiendo de tres… Bueno, el creador de las alegorías churriguerescas, sin adentrarse mucho en el debate religioso pregunta ¿Así se contribuye a aquel dicho sacerdotal de tener los hijos que Dios mande? ¿Así se premia el libertinaje y la desfachatez? ¿A quienes se portan bien, tienen una familia que pueden mantener y trabajan, tendrán bono o son hijos del diablo? ¿A los sacerdotes les hacen el antidoping?… Son preguntas, inocentes… El periodista no quiere ser excomulgado…
La del estribo: El cazador del paraguas
Durante un convivio entre periodistas, el buen Prisco Arciga, veterano reportero de la capital del chorizo, levantó la mano para tomar la palabra. Quiero hacer un anuncio. A mis 90 años de edad me siento de maravilla. Nunca estuve mejor. Tengo que participarles que mi novia de 19 años de edad está embarazada. Me dice que disfruta mucho el sexo pero lo más importante ¡¡Vamos a tener un hijo!!!… Todos estaban impávidos, hasta que Jesús Ruiz se levantó y le dijo: Permíteme contarte amigo Prisco una historia. En cierta ocasión, un cazador se fue al bosque a cazar, salió tan apurado que se confundió y en vez del rifle tomó un paraguas. Cuando llegó al bosque se encontró con un gran oso grizzli. El cazador levantó el paraguas… apuntó al oso… y disparó. ¿Qué crees qué pasó? No sé –Respondió Prisco ante la mirada de todos– Pues el oso cayó muerto frente a él. ¡No mames Chucho! ¡Eso no pudo ocurrir! Alguien más debió haber disparado… Ándale, a ese punto quería llegar Prisco, justamente ¡zonso!… Hasta otro Sótano.
raulmandujano_6@hotmail.com
tw: @raulmanduj
Comentarios Cerrados