REALIDAD.- Atribulados como están, por los aumentos de precio en gasolina, gas, alimentos básicos y perecederos, que aniquilan el salario; desilusionados de gobiernos que prometen mucho y cumplen muy poco; hastiados de bloqueos, marchas y desmanes de maestros, ex electricistas, y campesinos que desafían la “autoridad” del gobierno, debilitada por miedo o cálculo político a aplicar la ley; fastidiados de los desfiguros y escándalos de legisladores y líderes partidarios –abonados ahora por los dimes y diretes sobre el resultado de las elecciones del domingo 7 en 14 estados-; temerosos ante el clima de violencia e inseguridad; enojados por el insultante robo de dinero del erario público, y ofendidos por la desfachatez con que políticos y líderes sindicales exhiben sus dudosas fortunas al amparo de la impunidad, ¿A los mexicanos interesará, emocionará y esperanzará saber que las dependencias del gobierno federal ejercieron ya 437 mil 870 millones de pesos del presupuesto programado para 2013. O que por la confianza que hay en México ante las favorables condiciones macroeconómicas, su fortaleza institucional y el consenso político para impulsar el crecimiento y el desarrollo, este año llegarán 35 mil o 40 mil millones de dólares de inversión extranjera? La verdad cuesta trabajo pensar que sí. Más que nada, porque si bien esas son para el Presidente de la República buenas noticias que le interesa dar a conocer, los mexicanos de a pie están inmersos en sus problemas, derivados, más que nada, de la imposibilidad para cubrir las necesidades básicas de su familia, ya sea por falta de empleo, recibir un salario insuficiente o el encarecimiento de la vida. La prevalencia de esta situación, sin duda, empaña o resta importancia o no da sentido a los anuncios gubernamentales acerca de lo que –a su decir- se está haciendo bien, y, que, en su momento, puede derivar en beneficios colectivos. Por supuesto que es importante que la federación ejerza el presupuesto con prontitud, responsabilidad y eficiencia para fortalecer la actividad económica y promover el desarrollo como lo espera el presidente Peña Nieto. Lo mismo que entre enero y junio los inversionistas extranjeros hayan ingresado al país 4 mil 900 millones de dólares, útiles para crear más y mejores empleos, mayor productividad y aumentar los ingresos de la gente. Pero ante la realidad, la incredulidad de la gente es mayor. Especialistas del sector privado dijeron al Banco de México que la debilidad del mercado externo y de la economía mundial, la inestabilidad financiera internacional, la ausencia de cambio estructural en el país, y los problemas de inseguridad, podrían obstaculizar el crecimiento económico en los próximos meses. Entonces ¿Mejorarán las condiciones de vida o no?
DEMOGRAFÍA.- Cada vez nacen más mexicanos. En la actualidad la población es de 118 millones 395 mil personas, sólo superada por la de Japón -127 millones- y Estados Unidos -312 millones-. Esto implica mayor demanda de servicios en salud, alimentos y cobertura de los derechos sociales. Así como aumentan los nacimientos, también crece el envejecimiento. La población mayor de 64 años es de 7.7 millones y para el 2040 será de 20 millones; a ellos hay que atenderlos en enfermedades crónico degenerativas y pensiones. En tanto, quienes tienen de 15 a 64 años, pasarán de 77 millones en 2013 a 94 millones, y exigirán empleo, educación media y superior, rubros en los que actualmente hay déficit.
SERVICIO.- En las presentes vacaciones de verano, 700 estudiantes de ingeniería y ciencias físico matemáticas, ciencias médico biológicas, y ciencias sociales y administrativas, así como 45 coordinadores de campo, que integran las Brigadas Multidisciplinarias de Servicio Social Comunitario del Instituto Politécnico Nacional (IPN), asistirán a personas que viven en situación de pobreza. Del 9 al 19 de julio, prestarán diversos servicios comunitarios en 33 municipios de Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Oaxaca, Puebla, Chiapas, San Luis Potosí, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz.
AVANCE.- Para los llamados “niños de cristal” -que padecen un problema genético que debilita los huesos por la producción defectuosa de colágena, y provoca fácilmente fracturas por movimientos bruscos o un mal paso, y que se presenta en uno de cada 100 mil nacimientos-, la Secretaría de Salud tiene un tratamiento que les permitirá tener una mejor calidad de vida en su etapa adulta. Desde hace siete años, la Clínica de Osteogénesis Imperfecta, del Instituto Nacional de Pediatría, ofrece rehabilitación temprana, con personal capacitado, que enseña a los padres cómo manejar al niño, cómo trasladarlo y las posiciones adecuadas. Además, tiene un tratamiento quirúrgico que se ofrece cuando el niño tiene más de dos o tres años de edad, con el propósito de enderezar los huesos del pequeño y así mejorar la postura.
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