Mancera, cobijado por priístas en su informe
A nueve meses de administración, el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, rindió su primer informe de labores. Pocos son los logros que ha tenido en ese tiempo; sin embargo, su administración se ha distinguido por su cercanía con el PRI.
Otro de los aspectos relevantes que llaman la atención es el poder de convocatoria que tiene, el cual una vez más quedó demostrado durante su comparecencia en el recinto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Mancera ha enfrentado diversos retos. Uno de ellos, el caso Heaven, el cual demostró la incapacidad de su policía, le provocó el deterioró de su imagen y puso en evidencia la falta de coordinación en las áreas de comunicación involucradas, las cuales torpemente recurrieron al vacío informativo.
Tras largas semanas de dar palos de ciego, finalmente, el gobierno federal, a través de su policía, logró resolver el caso.
Otro frente que la ha valido críticas severas, y con sobrada razón, es la enorme tolerancia que ha demostrado hacia los profesores integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Literalmente han sumido en el caos a la capital. Las pérdidas económicas son millonarias y lo peor se alteró la tranquilidad de la que gozaban millones de personas residentes y flotantes de la capital.
Ante la tibieza de su gobierno, una vez más el gobierno federal del PRI, tomó cartas en el asunto y puso orden. Cientos de policías federales, helicópteros y hasta tanques de agua hicieron retroceder a los manifestantes. Con el gobierno local de Mancera sólo amagos y declaraciones.
El apoyo del gobierno federal ha sido evidente, la cercanía de Mancera con el Presidente Enrique Peña Nieto es notoria, como también el que su aceptación entre los capitalinos proclives a los gobiernos de izquierda, gradualmente se pierde, pero eso parece no importarle.
En su primer informe hizo patente su poder de convocatoria, 13 gobernadores presentes, muchos del PRI, como el del Estado de México, Eruviel Ávila.
El representante del gobierno federal, nada más y nada menos que el responsable de la política interior del país, su tocayo, Miguel Ángel Osorio Chong.
Mancera, dentro de los partidos de izquierda que lo llevaron al poder, goza de aceptación; las disputas son menores. Con el gobierno federal tiene buena relación; sin embargo, su estilo de gobernar no convence a la población del DF.
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