Los costos asociados a la reconstrucción por los daños que causaron “Ingrid” y “Manuel” se atenderán oportunamente con recursos disponibles y mediante la reorientación de algunos gastos –en rubros no prioritarios-, informó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
A la par de que continúa la evaluación de daños, el gobierno federal ha distribuido entre la población afectada, a través de varias secretarías de Estado: 1.9 millones de litros de agua, 660 mil cobertores, 619 colchonetas, 485 mil costales, 400 mil láminas, 391 mil despensas, y 186 mil kits de aseo personal.
La dependencia informó que el impacto de la tragedia en las finanzas públicas se resentirá en la tasa anual de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al bajar de 1.8 a 1.7 por ciento. Dicha estimación considera un impacto negativo en el tercer trimestre de 2013, mismo que se verá contrarrestado con un efecto positivo en el cuarto trimestre como resultado de la actividad económica asociada a los esfuerzos de reconstrucción.
Por lo que hace a la inflación, la Secretaría de Hacienda prevé que al cierre de 2013 sería de 3.60 por ciento en lugar de 3.45 por ciento. Este efecto se estima principalmente por aumentos temporales previsibles en los precios de algunos productos agrícolas cuyas cosechas se vieron dañadas.
El Informe Semanal del Vocero de la SHCP precisa que el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) cuenta con una disponibilidad inmediata de 12,507.9 millones de pesos para hacer frente a la contingencia.
Por otra parte, se exhortó a las entidades federativas a que los 5 mil millones de pesos del Fondo de Pavimentación, que forma parte del Programa de Aceleración del Crecimiento, se utilicen prioritariamente en las acciones de reconstrucción.
Una vez que se cuente con una evaluación más completa de los daños, la SHCP trabajará con la Cámara de Diputados para adecuar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2014, y determinar las partidas correspondientes a la reparación de daños.
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