“Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” Proverbios 16.25.
La perspectiva de un hombre como Stanley Jones que se nutrió de la cultura occidental y la hindú, reducía la vida a dos filosofías elementales: el pensamiento de Buda o el pensamiento de Cristo; decía él, las restantes filosofías son componentes de estas dos.
Hay otros que dicen que los tres hombres más grandes de la humanidad en el pensamiento filosófico son: Cristo, Buda y Aristóteles.
Cristo la afirmación de la vida, Buda la negación de la vida y Aristóteles la mente científica.
El gran Buda meditando bajo la sombra de un árbol Bodhi, concluye diciendo que la existencia y el mal son una misma cosa. Por eso para escapar del mal, debemos escapar de la vida.
La pregunta que se hace a los budistas es ¿hay vida en el Nirvana? La respuesta será inmediata “¿Cómo puede haberla? ¿Si la hubiera habría sufrimiento?”¿Entonces sí es el Budismo el no rotundo de la vida? Nos preguntaremos otra vez ¿la vida será la nada?
La vida encabezará una rebelión contra sí misma ¿será la vida una contradicción semejante a una protesta?
Podemos inquirir más acerca del no rotundo de la vida en la propuesta Budista, porque se puede decir más todavía a favor de esta propuesta, pero simplemente diremos lo siguiente: Nos parece que la vida está bajo el continuo o inexorable proceso de la corrupción. Esa linda novia que con blanquísimo vestido y hermosa faz, ingresa por el pasillo de la vida misma hacia la nada ¿será entonces la misma mujer que decrépita se encoge para acurrucarse en una blanca mortaja?
¿Qué diremos, la luz del horizonte es la misma lobreguez de las tinieblas? ¿La belleza nos llevará inexorablemente a la fealdad?
Creo que debemos estar confusos y sin saber por dónde ir. Propongo en este momento, antes que el sopor del pesimismo nos invada e inmovilice, que si quizá haya otro mejor camino que la nada, elevemos una plegaria desde el fondo del alma que nos auxilie para encontrar el Camino de la Vida, porque estamos seguros y algo nos dice que si existe.
Amén.
*Pastor General de la Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R. ser@iciar.org
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