Un fabricante de aceite comestible afirma que este producto ya no es elaborado con ajonjolí, cártamo o semilla de girasol porque han desaparecido del mercado o son muy costosos. En realidad, nos dijo, la producción agropecuaria de México es raquítica y recurrimos a importaciones y al nabo-tubérculo similar al camote para obtener el aceite.
Esto es coincidente con las denuncias de El Universal sobre los oscuros manejos de Procampo, cuyos recursos han terminado en manos de familiares y amigos de los secretarios de Agricultura panistas, de empresas trasnacionales y parientes del capo Joaquín El Chapo Guzmán.
El ex secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez, negó que se haya opuesto a la depuración de Procampo y el actual titular de esa dependencia, Javier Mayorga Castañeda, se aferra a los recursos de ese organismo y ni por razones “éticas” renunciará a los mismos “porque sigo siendo productor”.
Es muy cómodo para los panistas recibir dinero a manos llenas como en este caso de Mayorga, más los sueldos de la alta burocracia.
Hizo saber el presidente del Tribunal Superior Agrario, Ricardo García Villalobos, que el narcotráfico suple los créditos en el campo, los cuales son aprovechados en extensas áreas rurales para el cultivo de mariguana y amapola, así como para la compra de armas.
Afirmó García Villalobos que en alrededor del 30% de terrenos agrarios se ha establecido la “convivencia” de productos alimenticios con estupefacientes. A esto nos ha conducido la “guerra” contra la delincuencia organizada.
Mayorga conminó al titular del Tribunal Agrario a presentar pruebas y García Villalobos repuso que las entregará.
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