* En Edomex 33 municipios peligrosos
* Madero, sinónimo de encono y división en el PAN
El gobernador del Estado de México Eruviel Ávila anunció que blindará las fronteras del Estado de México con Michoacán para evitar que los delincuentes se pasen a la entidad, luego del combate que realizan las fuerzas federales contra el crimen organizado.
«Solicité el poder fortalecer aún más los blindajes, los filtros en 25 accesos con el estado de Michoacán y Guerrero, para evitar que se nos vengan para acá algunos de esos delincuentes que operan en dicho estado y evitar que unos de aquí se pasen para allá; no podemos decir que solamente llegan aquí delincuentes de otros estados, hay que reconocer que es un problema nacional, inclusive internacional», añadió.
El problema en Michoacán es complejo, se prevé el retorno a la normalidad en el mediano plazo. Hace bien el gobernador mexiquense en extremar precauciones, pero el enemigo está dentro, en la entidad, de ahí la ola de violencia que lástima a los mexiquenses.
Independientemente de los secuestros, extorsiones, ejecuciones, feminicicios y robos en sus diversas modalidades que cotidianamente se registran, destaca el escenario violento en 33 municipios, muchos de ellos en el oriente de la entidad.
En días pasados se dio a conocer que en el acuerdo del gobierno federal emitido por la Secretaría de Gobernación, se tiene que al menos 33 municipios mexiquenses calificaron a nivel nacional como los más poblados, delictivos y cercanos a lugares en conflicto, lo cual les permitirá acceder a recursos extraordinarios federales para combatir el crimen.
Estos son: Acolman, Almoloya de Juárez, Atizapán de Zaragoza, Chalco, Chicoloapan, Chimalhuacán, Coacalco, Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Ecatepec, Huehuetoca, Huixquilucan, Ixtapaluca, Ix-tlahuaca, La Paz, Lerma.
También Metepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Nicolás Romero, San Mateo Atenco, Tecámac, Tenango del Valle, Teotihuacán, Tepotzotlán, Texcoco, Tlalnepantla, Toluca, Tultepec, Tultitlán, Valle de Chalco Solidaridad, Zinacatepec y Zumpango.
La inseguridad en el Estado de México está presente, el gobierno federal lo hace notar, y la población la resiente todos los días.
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El dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero está convertido en la persona que divide y confronta a los panistas.
Las acusaciones de permitir e incluso fomentar la corrupción al interior de ese instituto político no terminan. Muchas de ellas son mal intencionadas y se dan al calor de la disputa por la presidencia del blanquiazul.
Sin embargo, otras más están sustentadas, los acusadores han ofrecido pruebas documentales y testimoniales; no obstante las ignora y encubre a los señalados.
Uno de los casos más recientes se dio en el Estado de México, el señalamiento fue directo contra el diputado local y ex priísta Ulises Ramírez.
No ordenó abrir ninguna investigación como ameritaba el caso. Se erigió en juez y parte y dio carpetazo al asunto.
Se avecinan las elecciones del 2015 y Madero, lejos de fortalecer al PAN lo divide, es un elemento negativo para ese partido y para el país. Su aliado es el PRI y no los panistas y la población simpatizante y eso pesará en las urnas en los comicios futuros.
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